Región del Biobío: en un 19% cayó el movimiento de carga en los puertos del territorio

El movimiento de carga en los puertos de la Región del Biobío cayó un 19% en doce meses, de acuerdo con cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). La baja, registrada en julio, genera inquietud entre empresarios, exportadores y actores logísticos de la zona, quienes advierten que esta contracción puede afectar la competitividad regional y tener efectos en el empleo.

En total, durante julio se movilizaron 1 millón 954 mil 425 toneladas, lo que contrasta con las más de 2,4 millones del mismo mes de 2024. La caída fue arrastrada principalmente por la contracción de la carga desembarcada desde el exterior, que retrocedió 40,7%. “Claramente no es una buena noticia”, señala Alfredo Meneses, gerente general de Asexma, consultado por Diario Concepción. “Este resultado no solo es estadístico, sino que refleja una tendencia que se viene dando hace un tiempo. Puede ser que parte de las cargas se estén yendo a puertos de la zona central, pero lo más complejo es que la producción se esté ralentizando”. Meneses advirtió que, si se confirma un menor nivel de producción, “detrás de eso está el flagelo de la desocupación”, un efecto que se transformaría en una preocupación mayor para la economía regional.

Exportaciones mantienen el liderazgo

Pese al retroceso, la carga embarcada al exterior sigue siendo la más importante, representando el 48,5% del total movilizado en los puertos regionales. La desembarcada llegó a 28% y el cabotaje a 17,9%.

Desde el sector agrícola, el presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío (Socabio), José Miguel Stegmeier, afirma que el problema no es necesariamente la capacidad productiva. “Es un problema de lo que podemos embarcar desde la región, no de lo que producimos”, indica.

Stegmeier agrega que los puertos del Biobío deben posicionarse con mayor fuerza en el rubro alimentario: “Si logramos consolidarnos como terminales de exportaciones agroalimentarias, esas cifras deberían mejorar sustancialmente. Tenemos la ubicación geográfica y el potencial para hacerlo”.

En tanto, la ingeniera en Comercio Exterior, Rocío Almonacid Contreras, supervisora de Rodomastic, alerta que la caída superior al 19% “refleja no solo menor actividad exportadora e importadora, sino también un impacto directo en la competitividad regional”.

Para ella, la situación exige medidas urgentes: “Trabajamos con proveedores y clientes que requieren eficiencia y continuidad. Estas cifras muestran la necesidad de fortalecer infraestructura y diversificar servicios portuarios”.

Transporte terrestre también resentido

El retroceso no se limitó a la actividad portuaria. El tráfico de camiones en las plazas de peaje de la región también disminuyó en julio, con 524 mil 944 pasadas, lo que representa una baja de 6,3% en comparación con igual mes del año anterior. “Si cae el movimiento portuario, inevitablemente se resiente el transporte terrestre”, comenta Almonacid, quien vincula la caída con costos logísticos mayores para las empresas locales. “Menos camiones circulando significa menos empleo asociado al transporte y menos dinamismo para comunas enteras”.

Luces en medio de la caída

No todas son malas noticias. Los servicios de re-estibas y transbordo crecieron un 73,6%, mientras que el tránsito internacional subió un 29%. Además, el movimiento de contenedores se incrementó un 4,1% interanual, alcanzando 114 mil 871 TEUs en julio.

Para Meneses, este dinamismo logístico debe aprovecharse, señalando que “estamos viviendo una transformación en la matriz productiva. Si logramos invertir en infraestructura logística y servicios, podríamos convertirnos en una plataforma exportadora para toda la macrozona sur”.

Sin embargo, insiste en que no basta con el crecimiento en servicios específicos: “Necesitamos políticas de largo plazo, no solo planes de cuatro años. El plan al 2050 impulsado por el Gobierno Regional va en esa dirección y es fundamental que se ejecute con seriedad”.

Perspectivas de mediano plazo

Entre enero y julio de 2025, los puertos movilizaron 14,8 millones de toneladas, con una leve baja acumulada de 1,4% respecto a igual período de 2024. Aunque la caída es menos pronunciada que en el dato mensual, la señal de alerta sigue vigente.

Stegmeier es claro en señalar que la mirada debe estar puesta en la competitividad externa, indicando que “el desafío no es solo mantener los volúmenes, sino cómo potenciar mercados internacionales para que el Biobío crezca de acuerdo a su potencial exportador”.

Almonacid coincide y añade que el reto es doble: “Por un lado debemos recuperar el flujo perdido, pero al mismo tiempo avanzar en innovación, infraestructura y políticas públicas que permitan que la región sea más atractiva para la inversión logística”.

Meneses sintetiza el dilema: “Este indicador refleja el desgaste de la matriz productiva. El desafío es convertir al Biobío en una plataforma logística que no solo sostenga, sino que impulse el desarrollo de la macrozona sur”.