Con base en estudios UdeC: proyectan futuros hídricos opuestos al norte y sur en la vital Patagonia
29 de Noviembre 2025 | Publicado por: Diario Concepción
La Patagonia chilena u occidental no sólo tiene ecosistemas dulceacuícolas que están entre los más prístinos del planeta, también es crucial para la disponibilidad de agua en Chile.
Con más de 21 mil glaciares concentra la mayor acumulación de hielo del hemisferio sur fuera de la Antártica, alimenta gran cantidad de ríos y ecosistemas, y resguarda reservas de agua dulce vitales para amortiguar las consecuencias del cambio climático como más temperaturas y menos lluvias. Aunque, el fenómeno puede afectar a glaciares con sus funciones elementales.
Y habrá futuros hídricos opuestos entre la región patagónica norte y sur con el avance del cambio climático. Es la conclusión de un reciente y pionero trabajo liderado por Rodrigo Aguayo, investigador posdoctoral en la Universidad Libre de Bruselas de Bélgica, y que se sustenta en resultados de sus estudios en el doctorado en Ciencias Ambientales en la Universidad de Concepción (UdeC).
La investigación, publicada en la revista Earth’s Future, desarrolló un enfoque que integra modelos físicos y herramientas de inteligencia artificial para proyectar el comportamiento de caudales de ríos y disponibilidad de agua, presentando la evaluación más completa sobre cómo responderán al aumento de temperaturas los ríos de la región, que abarcan aproximadamente 2.200 cuencas.
El trabajo
El doctor Aguayo explica que los glaciares patagónicos son fuente clave de agua dulce que alimenta ríos y fiordos, donde se mezcla con el océano y regula el intercambio entre agua dulce y salada que es esencial para ecosistemas costeros. “Si los glaciares pierden masa por el cambio climático, se alteran los caudales y la mezcla de agua dulce y salada, lo que puede afectar tanto a la biodiversidad como a las comunidades que dependen de estos recursos”, advierte.
Ante ello es crítico conocer la realidad y proyectar escenarios futuros. Para ello se creó un marco de modelamiento híbrido que combina modelos de dinámica de hielo glaciar con redes neuronales para analizar procesos hidrológicos naturales y la evolución de glaciares frente al cambio climático.
El estudio destaca el papel de los glaciares para sostener a ríos patagónicos. Se estima que en las últimas dos décadas hay un flujo promedio de agua dulce de casi 20 mil metros cúbicos por segundo, suficientes para llenar casi 10 piscinas olímpicas. Y en los meses de verano, con menos lluvia, el deshielo glaciar contribuye en un tercio del caudal de ríos, amortiguando la escasez de agua en temporadas secas y garantizando la seguridad hídrica de la región.
Aunque el futuro hídrico es dramáticamente opuesto al norte y sur. El análisis reveló que la Patagonia norte podría enfrentar estrés hídrico severo, llegando a descender hasta 50% el caudal en la temporada seca a finales de siglo. Mientras cuencas alimentadas por glaciares australes podrían experimentar de 10% a 25% de aumento, aunque se espera que los máximos flujos se desplacen del verano a la primavera mientras los glaciares retroceden y cambian los patrones de deshielo.
Base UdeC
El sustento son investigaciones realizadas en su tesis doctoral en la UdeC.
Y destaca especialmente el desarrollo de la base de datos meteorológica PatagoniaMet que integra información de la toda la región, donde los registros históricos son escasos, permitiendo conocer cómo varían la precipitación y temperatura.
También se consideraron trabajos que analizaron cómo la incertidumbre en los modelos podía afectar las predicciones de caudales y la evolución de los glaciares.
“Con la información implementamos un modelo capaz de presentar la evolución de cada uno de los 21.431 glaciares que existen en el área. Para mejorar más las predicciones, usamos inteligencia artificial que ayudó a aprender los patrones complejos que existen entre clima, glaciares y caudales, sobre todo en zonas donde hay pocos datos”, destaca Aguayo.
Combinar herramientas permitió generar proyecciones más precisas y publicar el pionero estudio.
De la Patagonia a Biobío
Los resultados del innovador y completo estudio tienen importantes implicancias para la comprensión, gestión y conservación de la Patagonia con sus glaciares y funciones clave, en aspectos como manejo del agua, protección de ecosistemas únicos y planificación en la región.
Según plantea el autor, doctor Rodrigo Aguayo, los hallazgos sobre las distintas situaciones de las regiones norte y sur de esta área natural tan relevante para Chile y el planeta evidencian que se requerirán estrategias específicas para enfrentar sus futuros hídricos contrastantes.
Y también se traducen en varias implicancias a nivel local.
“Los hallazgos muestran la importancia de contar con mejores datos locales. En muchas cuencas del Biobío aún no sabemos con precisión cuánta agua proviene de la nieve, cómo está cambiando la estacionalidad de los caudales o qué sectores podrían enfrentar mayor presión en meses secos”, sostiene el investigador.
Las evidencias también muestran la necesidad de adelantarse para adaptarse a escenarios futuros en el contexto de cambio climático y transformaciones del ambiente, comprendiendo factores como la forma en que cambia la disponibilidad de agua o qué tan sensibles son los ríos a estaciones cálidas o secas, o qué datos faltan para tomar decisiones informadas y mejores.
En este sentido, considera que lo probado y aprendido en este trabajo puede aplicarse para responder estas preguntas en cuencas del Biobío y mejorar proyecciones a futuro, especialmente en el uso de novedosos y más precisos modelos híbridos que combinen herramientas físicas e inteligentes.
Por último, enfatiza que los resultados invitan a mirar más allá de los efectos del cambio climático, que está alterando las condiciones normales en distintas zonas y épocas como patrones de temperaturas o lluvias y aumentando en frecuencia e intensidad los eventos extremos, y considerar el rol de las actividades humanas.
“En regiones como Biobío la disponibilidad de agua no sólo depende de la lluvia, también está influenciada por el uso del suelo, la expansión agrícola y forestal, la sobreexplotación de acuíferos, las represas, y la gestión del agua a nivel local. Todos estos factores interactúan con la hidrología y pueden amplificar o suavizar sus impactos”, explica al respecto.
Ante ello, una de las grandes interrogantes abiertas es cómo separar los distintos efectos para entender cuánto de los cambios en los ríos se debe al clima y por decisiones humanas.
“Este tipo de análisis es clave para avanzar hacia una gestión del agua más justa y sostenible en el Biobío y en todo Chile”, cierra.