El afecto es la base del desarrollo infantil. En la medida que recibe afecto crecerá seguro, será un niño feliz. En los primeros años de vida el cerebro se desarrolla, y si tiene estímulos positivos, tendrá mayores oportunidades para enfrentarse al mundo que lo rodea.
Un estudio realizado por siquiatras y neurocientíficos de la Universidad Washington de Saint Louis, sugiere un vínculo claro entre el cariño y el desarrollo del cerebro, donde aquellos criados con afecto presentaron un hipocampo 10% más grande.
Nos cuenta más sobre este tema la socióloga Consuelo Herrera.