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Académicas de la UdeC firman declaración para adherirse a demanda de educación no sexista

Daniela Bravo - Radio UdeC
Fotografía: UdeC
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La mañana de este jueves, la académica Alejandra Brito Peña, de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Facultad de Humanidades y Arte se refirió a la declaración que un grupo de académicas firmó en apoyo a las demandas por una educación no sexista.

Al respecto, Brito señaló que las jóvenes que se han manifestado están interpelando a toda la sociedad. Además, en relación a los cambios que tienen que ocurrir para cambiar el paradigma actual y lograr una auténtica equidad de género en la sociedad, la académica señaló que lo primero es aplicar una política de tolerancia cero frente a la violencia de género.

En cuanto a la nueva rectoría, Brito destacó el trabajo de la Dirección de Equidad de Género, valoró el acercamiento del rector Carlos Saavedra a las manifestantes el día lunes 14, recién asumido su cargo, y plateó que hay que avanzar en la definición y ejecución de nuevos protocolos en la Universidad.

Cabe señalar que la declaración fue firmada por 81 académicas de distintas facultades de la Universidad de Concepción.

A continuación dejamos la declaración completa:

DECLARACIÓN

Estamos ante la presencia de un proceso de movilización estudiantil que parece estar en alza en las distintas universidades del país e inunda los medios sociales con la demanda de una educación no sexista y con denuncias de abuso, acoso sexual y violencia de género. Al igual que hace casi una década, cuando se levantó la lucha por una educación pública y de calidad, hoy estamos frente a un hecho histórico, que interpela a las universidades. Lo que se busca es construir espacios libres de violencia e igualitarios. Se vuelve a poner el valor de la igualdad como un referente central en la organización social y como un fundamento de la democracia.

Frente a esto planteamos:

1- Que es necesario avanzar en una educación no sexista e igualitaria, apelando a la eliminación de todas las prácticas de violencia de género al interior de las instituciones, que respete el derecho de todas y todos al desarrollo académico y profesional, que incorpore las diversidades, y que no discrimine en ninguna forma.

2- Que es necesario avanzar en incorporar el enfoque de género en la formación de estudiantes, con el objeto de entregar herramientas más eficaces para el desarrollo de nuevas prácticas de convivencia social.

3- Que es necesario avanzar en la dignidad laboral de las trabajadoras universitarias, que valore su aporte en todos los ámbitos del quehacer profesional, administrativo, de servicios y académico.

4- Después de muchos años en los cuales las mujeres hemos luchado por alcanzar mejores condiciones de vida, estamos hoy ante la presencia de un movimiento social que ha generado una denuncia que se nutre de la rabia, de las emociones contenidas y la frustración. Su objetivo inmediato es visibilizar lo que a diario y ambientalmente vivimos las mujeres; por lo tanto, debemos reflexionar en torno a las acciones que hoy día las estudiantes están tomando y que buscan generar una transformación social.

5- La universidad es un espacio por excelencia para la reflexión y debate, y por lo tanto es un espacio privilegiado para generar los fundamentos para las transformaciones. No podemos, para avanzar en transformaciones culturales profundas, pretender conquistar algo apelando solo a las conciencias morales, de quienes detentan algún tipo de poder, tenemos que avanzar en un proceso de Affidamento – como dirían las feministas italianas de Milán -, es decir, tenemos que ir construyendo pactos entre mujeres.

6- Hoy día las mujeres levantaron su voz en el mundo de las artes, en el cine, en el teatro, en los movimientos estudiantiles y sociales. Levantaron la voz para decir basta, basta de abusos, basta de acosos, basta de violencia de género, basta de discriminaciones, basta de desigualdad salarial, basta de falta de reconocimiento de nuestros quehaceres profesionales, académicos y cotidianos. Ante esto apelamos a avanzar a una política de tolerancia cero frente a todas las formas de violencia de género y a avanzar en buenas prácticas de convivencia. Es necesario construir protocolos, que garanticen el respeto a quienes vean conculcados sus derechos, otorgándoles protección y contención. Así como a garantizar el debido proceso de quien aparece como victimario/a.

Creemos firmemente que, en nuestra condición de académicas de la Universidad de Concepción, tenemos que ser capaces de levantar nuestra voz, no sólo para adherir a la demanda de una educación no sexista, sino también para reivindicar el derecho a construir una universidad realmente igualitaria, justa, no discriminatoria y, por sobre todo, que no esté dispuesta a tolerar y amparar los abusos de cualquier tipo. Junto con nuestras colegas, con las funcionarias no académicas y con las estudiantes, estamos llamadas a construir una universidad distinta, con real voluntad de cambio, que dignifique al ser humano y potencie las capacidades de todas y todos.

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