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UdeC y U. Católica igualaron sin goles en el Ester Roa

Diario Concepción
Fotografía: Isidoro Valenzuela - Diario Concepción
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Se dijeron tantas cosas en la previa, que la expectativa para el duelo que enfrentó a Universidad de Concepción y Universidad Católica en el Ester Roa Rebolledo, era alta; quizás demasiado.

Porque entre tanta comparación, admiración y loas, se perdió de vista cuál era la principal virtud de los dos equipos que comandan la tabla de posiciones de la Primera División del fútbol chileno: el pragmatismo, no arriesgar nunca más allá de lo necesario. Por eso, hasta se hablaba de un verdadero juego de ajedrez desde las bancas.

Y aunque en el comienzo del encuentro, los cruzados parecieron olvidarse de cualquier precaución, mostrando un importante volumen ofensivo, con el correr de los minutos volvieron a su esencia, esa que tan buenos resultados le ha dado a su técnico, Beñat San José. Algo de lo que se vio ampliamente favorecido su contraparte, Francisco Bozán.

¿El desenlace? Lo más parecido a un triunfo para ambos entrenadores: salir ilesos del enfrentamiento entre punteros y mantenerse firmes en la parte alta de la tabla de posiciones. Todo un mérito, por cierto.

Artillería visitante

En el comienzo, la UC pudo ganarlo, de eso no hay dudas. Punto para Beñat, que a diferencia de lo que venía haciendo de visita en todo el torneo, apostó por una alineación marcadamente ofensiva, con David Llanos como máximo eje en ataque, muy bien secundado por Andrés Vilches y Diego Buonanotte, además de contar con los constantes descuelgues de Fuenzalida, Bolados y Aued.

Eso le sirvió para hacer mucho daño de entrada. A los 4’, el “Enano” erró solo en el segundo palo, casi calcado a lo que le sucedió a Luciano Aued, que elevó de manera increíble desde la misma posición tras tapada de Cristián Muñoz. Sólo un adelanto de la brillante jornada que tendría el arquero del Campanil, que a los 29’ se lució arrebatándole el grito de gol a Llanos, que tras habilitación de Buonanotte definió perfecto con borde interno.

A esa altura, perfectamente la UC podía ir en ventaja de 3-0, sin embargo el marcador decía lo contrario. Aquello pareció despertar al dueño de casa, que por fin tomó las marcas y empezó a demostrar por qué no perdía hace nueve fechas. De ahí en adelante, la UdeC entró en el partido, recuperó el balón y Católica no pudo acercarse más con tanta soltura. Claro, tampoco inquietó el arco forastero.

Nada mejor que las tablas

En el complemento, la Universidad de Concepción entró mucho más armada en medio campo, Camargo y Manríquez dejaron de ser espectadores, y Droguet encontró más juego asociado. Eso llevó las acciones a la mitad de cancha, alejándolas de las áreas, donde con excepción de un cabezazo de Llanos a las manos de Muñoz (en plena área chica), casi no hubo visitas a los arcos.

A los 73’ un gol bien anulado a Camargo, que anotó con la mano y en clara posición de adelanto, fue toda la producción ofensiva del Campanil. Eso, claro, sin contar lo sucedido en el minuto 90, donde el cuadro penquista tuvo una especie inspiración, asociándose notablemente cerca del área de la UC, aunque sin llevar mayor peligro a Dituro.

Con una media hora de ese lucido juego en el partido, seguro la UdeC lograba mejor suerte. Pero era un partido de ajedrez y quizás si arriesgaba a la reina, no se jactaría hoy de ser el segundo mejor equipo del campeonato. Mejor firmar las tablas.

Al final, la voz del responsable de mantener la racha invicta de su equipo, Cristián Muñoz, terminó por cerrar la fría noche en Collao. “El balance es positivo, enfrentamos al mejor equipo del torneo, muy equilibrado, que no te regala espacios y de mitad de cancha en adelante sale muy rápido. Y no lograron sacarnos ventaja”. Bien otra vez “Tigre”. Eso es lo que queda.

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