UdeC le dio un “baile” a U. de Chile en casi todo el partido y abrochó un sólido 3-1 con un gran juego. Casi no hubo puntos bajos ayer. El equipo de Bozán se consolidó en el segundo lugar, dos puntos bajo la Universidad Católica, y restando siete fechas, se ilusiona con más.
Los hinchas de U. de Chile suelen casi siempre apoyar a su equipo, pero UdeC jugó tan bien ayer, que por momentos se oyeron varias pifias por parte de los fanáticos azules. Es que el juego que mostró el Campanil ayer en el Ester Roa dejó sorprendidos a muchos.
Con merecimientos el equipo dirigido por Francisco Bozán está peleando el título del torneo y obviamente aquello es producto de buen juego, pero ayer hubo espacio para tacos, “bicicletas”, paredes, globitos y más de algún lujo.
Iban 20’, UdeC ganaba 2-0 y así se fueron al descanso, pero si hubiese existido esa justicia que pocas veces se ve en el fútbol, el local perfectamente pudo haberse ido 5-0 al entretiempo.
Con un equipo visitante que se acercó al arco de Muñoz con más ganas y empuje que fútbol, al margen de las jugadas de Soteldo, el Campanil tuvo más opciones para liquidar el partido. Y lo hizo, aunque de tiro penal. UdeC ganaba 3-0, aunque quedaba una sensación extraña entre felicidad y amargura, pensando que podían ir fácilmente ganando por más.
Fue David Pizarro quien descontó con un potente tiro desde fuera del área restando poco más de veinte minutos para el final del partido.
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