Durante la tarde de ayer miércoles se confirmó que el cuerpo encontrado en el río Ñuble, a la altura de El Membrillar en Portezuelo, pertenece a Carolina Fuentes, la mujer que se encontraba desaparecida desde el pasado 25 de junio.
La familia informó que el Ministerio Público estableció contacto cerca de las 15:45 horas para informarles que los peritajes hechos por el Servicio Médico Legal (SML) de Chillán, y el Laboratorio de Criminalística de la PDI habían llegado a esa conclusión.
El hallazgo de una huella dactilar en el cuerpo de Carolina, que por el estado en que fue encontrado se hizo imposible un reconocimiento visual, permitió contrastar con las impresiones del Registro Civil y certificar que era ella de manera científica e incuestionable.
Desde Santiago, su esposo, Óscar Cisternas dijo a La Discusión que ahora espera “que la policía haga la segunda parte. Ella fue asesinada, aquí hay terceros metidos, a ella la mataron. Yo, mis hijos, y todo el resto de la familia estamos completamente seguros que aquí hubo terceros metidos”.
También descartó tajantemente cualquier posibilidad de que se tratara de un suicidio. “No, de ninguna manera. No tenía razón alguna para haberse tirado al agua, insisto, a Carolina la asesinaron y lo que pido, ahora, es que la policía determine quién fue el culpable, quién le hizo esto a Carolina”.
La Fiscalía Regional de Ñuble reiteró, a través de un comunicado, que se han estado realizando permanentemente todas las diligencias, instruidas a la Brigada de Homicidios de la PDI, para esclarecer los hechos y recalca que la investigación -a cargo de la fiscal de Quirihue, Cecilia González- tiene carácter de secreta, por lo que, por ahora, no se harán públicos más detalles de la misma.
Por su parte, la seremi de la Mujer, Bárbara Hennig, anticipó que iniciarán acciones judiciales “cuando se tipifique el delito” Aseguró que, en caso de confirmarse un femicidio tras esta muerte, “vamos a querellarnos en forma drástica”.
Carolina había viajado a Ñuble a fines de mayo desde Santiago, para cobrar su parte del dinero de la venta de una camioneta que su padre les había dejado en herencia a los hijos.
En Ñuble visitó constantemente a sus amistades, entre ellas a un hombre a quien sindican como la persona con quien ella había iniciado un romance. Él habría sido quien la fue a dejar al Terminal María Teresa el día en que pretendía volver a Santiago, el 25 de mayo pasado.