El recién electo Gobernador Regional del Biobío, Rodrigo Díaz Worner, dejó clara su postura de no compartir el edificio del Gobierno Regional con quien sería el nuevo Delegado Presidencial para la región, el actual intendente Patricio Kuhn.
El próximo 14 de julio entran en operaciones los dos nuevos cargos que vienen a dar fin la figura del Intendente Regional: el electo Gobernador Regional y el designado Delegado Presidencial. Según se ha informado, éste último se quedaría en el mismo edificio compartiendo espacios con el gobernador, lo que ha sido rechazado por funcionarios y por quienes abogan por una real descentralización.
A un día de las elecciones que le dieron un holgado triunfo, Rodrigo Díaz dijo que pronto se reunirá con el intendente Patricio Kuhn “para planificar el traslado“.
“Es una muy mala señal, sobre todo ahora que ahora hablamos de no hacer tomas, respetar el ordenamiento jurídico y tener un buen sentido democrático… tener a un intendente de okupa, eso no corresponde”, manifestó la autoridad electa.
Tanto los funcionarios del Gobierno Regional como Rodrigo Díaz han expresado que el espacio que debería ocupar el Delegado Presidencial está en el edificio de la actual Gobernación Provincial, frente a la Plaza de la Independencia.