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No hay consenso: sigue la oposición al retorno masivo a clases presenciales

Diario Concepción
Fotografía: Cedida | Ministerio de Educación
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Durante esta semana mucho se ha hablado sobre las modificaciones que podría traer el Plan Paso a Paso que fue establecido para el control de la pandemia. Uno de los motivos que tendría la versión 2.0 es acelerar el retorno presencial a clases, situación que sigue con muchos cuestionamientos.

De acuerdo a lo informado por la Seremi de Educación hay 455 establecimientos educacionales abiertos en Biobío (casi el 40%). Sin embargo, el promedio de asistencia a las aulas es de dos o tres alumnos por curso como máximo, según informaron desde el Colegio de Profesores Biobío.

Pese a las intenciones del Gobierno central y de los ministerios de Educación y Salud, la apertura se ve lejana si se considera que, a nivel regional, en el Colegio Sagrado Corazón hubo un brote durante esta semana.

“Nosotros mantenemos comunicación constante con los apoderados de la Región y en términos generales, de manera amplia, nos comentan que no están dispuestos a mandar a sus hijos e hijas al colegio mientras no haya control de la pandemia. Es irresponsable la desconexión que el Mineduc tiene con la comunidad educativa. Nosotros queremos volver a clases por las complejidades de trabajar a distancia, pero tampoco vamos a sacrificarnos nosotros ni a los niños y adolescentes. Creemos que un buen momento para volver a clases sería la Fase 4, como lo hemos mencionado desde el principio”, indicó Jorge Barriga, presidente del Colegio de Profesores Biobío.

Agregó que, si van dos estudiantes por curso y los otros 30 están en modo virtual, significa que hay responsabilidad de parte de los apoderados. “Están preocupados porque aún los niños no están vacunados”, dijo. Además, añadió que el jueves se realizó la última sesión de la mesa asesora de la seremi de Educación.

“Manifesté mi decepción porque hemos hecho propuestas y asesoramos a la mesa, pero nada es tomado en consideración. Entiendo que la seremi tiene poca autonomía y no podemos sacar mucho en limpio. Es escaso el avance en todo sentido. Los números dicen una cosa, pero la realidad es otra”, comentó Jorge Barriga.

Desde la Asociación Nacional de Apoderados de Colegios Particulares y Subvencionados, señalaron que “las condiciones de retorno que se plantean (por el ministerio solo favorecen a algunos, precisamente a estos que enarbolan banderas para abrir escuelas. Convengamos que el retorno presencial está condicionado a aforos, y por tanto a la modalidad de clases híbridas para que los que están en casa puedan participar de lo mismo que los que están en la sala de clases. ¿Tienen todos los establecimientos el equipamiento y la posibilidad de aplicar esta modalidad? Es inminente el retorno a clases, y esta modalidad evidencia lo que ya es evidente: la dramática desigualdad y segregación del modelo educativo”, enfatizando en que volver a clases hoy, no es una opción.

Agotamiento de los profesores

En relación a todo lo que han tenido que vivir los educadores, adaptándose a la nueva realidad de las clases presenciales, es evidente que existe un cansancio físico y psicológico que es difícil de contrarrestar. Además, el gremio ha reclamado en varias ocasiones que el apoyo ministerial es prácticamente nulo.

“Hay un agotamiento en términos de salud mental importante. Es complejo porque no hemos recibido apoyo ni de los sostenedores ni del ministerio. La educación pública la hemos financiado nosotros, comprando computadores y mejorando el Internet. Hay colegas que no tenían. No se han hecho capacitaciones ni nada que nos pueda ayudar a mejorar en la pandemia. Aparte de todo lo que tenemos que hacer, se nos genera angustia porque hay familias que no pueden acceder a las clases porque tienen 4 hijos. Es difícil lidiar con todo esto”, señaló Barriga.

El presidente del gremio agregó que ya sostuvo una reunión con el diputado del Distrito 20, Manuel Monsalve (PS) para que respalde el proyecto de ley que plantea el agobio laboral en pandemia hacia los profesores.

El tema de salud mental es complejo, tanto para los profesores como para los alumnos. Desde el punto de vista psicológico se generan cansancio, dolores de cabeza y malestares estomacales, entre otros. “Hay un desánimo a realizar las labores diarias que antes les gustaba realizar. Hay un cansancio que también es físico. Tiene que ver con una situación generalizada por la pandemia y que solo genera incertidumbre”, indicó Karen Oliva, psicóloga e integrante del Observatorio de Parentalidad de la Universidad de Concepción (UdeC).

Respecto a la presión que se genera por volver a clases presenciales cuando la pandemia aún no está controlada, la especialista sostuvo que “es difícil lidiar con una medida que aún no es clara a nivel central. Sería importante intentar gestionar las emociones que nos provoca volver a las clases presenciales. Eso implicará emociones placenteras y displacenteras. Volver será todo un desafío. El cómo hacerlo, es complejo determinarlo porque la situación sigue siendo de mucha incertidumbre. Esta dificultad la viven, alumnos, padres y apoderados. No hay una receta para afrontar bien este posible retorno”.

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