A fines de noviembre pasado varó una ballena sei en Lenga, la que horas más tarde murió en el lugar. Sin embargo, una reciente necropsia reveló que su fallecimiento se aceleró debido a la manipulación humana de quienes la rodearon.
Expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria, Centro de Estudios de Mastozoología marina y del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, extrajeron muestras para un completo análisis del cetáceo de grandes dimensiones que varó vivo y que intentó ser devuelto al agua de manera infructuosa por personas que estaban en el sector.
Los resultados de la necropsia fueron entregados a Sernapesca. Desde el organismo informaron que “la ballena del tipo sei, hembra de 11,5 metros de largo y aproximadamente 8 toneladas de peso, varó afectada por una parasitosis digestiva masiva, con evidencia de desnutrición y anemia”.
No obstante, ello no fue la principal causa de su deceso, sino a la asfixia por sumersión, es decir, un ahogamiento, señaló Mauricio Ulloa, encargado de Rescate y Rehabilitación de Fauna Marina Protegida de la Unidad de Conservación y Biodiversidad de Sernapesca.
Lección
La situación vivida con este varamiento, debe servir para educar a la población, indicó Ulloa. “En caleta Lenga había muchas personas manipulando la ballena con la intención de salvarla. Cuando el equipo de Sernapesca llegó a terreno pedimos que no se manipulara el animal porque se intentaría un desvaramiento controlado, para lo que se debía esperar una embarcación de mayor dimensión de la Armada, pero hicieron caso omiso” manifestó.
“Estaban convencidos de que retornándola al mar cuando antes, ésta viviría. No consideraron que el animal estaba sufriendo, y que empujarla, voltearla y tapar su espiráculo, sería fatal”, señaló el médico veterinario experto en cetáceos.
Finalmente, Ulloa enfatizó en que en ningún caso la población debe manipular estos animales, ni intentar devolverlos al agua.