El miércoles fue de tristeza porque Anfa confirmó que Naval no jugaría los playoffs pendientes. Aquella decisión le dio el ascenso directo a Tercera A a los clubes Con Con, Chimbarongo y Puente Alto. El plantel acusó su amargura, pero 24 horas después llegó una buena para el club de Talcahuano: el castigo de una temporada sin jugar en la última división de nuestro fútbol se redujo a solo tres meses. Eso significa que le dan los tiempos para competir perfectamente el 2023. Al menos, un alivio para el sufrido puerto.
Naval fue castigado por los incidentes del 3 de diciembre, cuando el bus de Santiago City fue apedreado por hinchas a la salida del estadio El Morro y la delegación visitante no pudo ingresar al recinto a refugiarse. Ahí se acusó la participación de un dirigente del equipo local. Todo se sumó a las sanciones anteriores que este año llegaron a seis. El presidente Edógimo Venegas encabezó la exitosa defensa y aseguró con anterioridad que “pase lo que pase seguiré en la institución”.
Esto principalmente porque el ancla tiene proyectos comprometidos para desarrollar escuelas para niños de la zona, donde también se contempla una para chicos con síndrome de down. Ahora se prepara un partido en El Morro para que la gente brinde su último aplauso al equipo de Alejandro Pérez que paró ubicándose en el tercer puesto del hexagonal. Muchos de ellos pretenden emigrar una división más arriba, aunque la dirigencia navalina intentará convencerlos para mantener la base el próximo año.
