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Día Mundial Sin Tabaco: la adicción que provoca el 16% de las muertes en Chile

Noticias UdeC
Fotografía: Esteban Paredes
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Cada 31 de mayo alrededor del mundo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco. Este año el lema elegido es “Proteger a la infancia de la interferencia de la industria tabacalera”, demandando, según la web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “que la industria tabacalera cese de dirigirse a este grupo con productos nocivos para su salud”.

Las consecuencias del consumo del tabaco en nuestro organismo son conocidas. Desde bronquitis crónica y la disminución de la capacidad respiratoria, hasta cáncer pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Fumar lleva a “la mayor predisposición a tener enfermedades infecciosas como cuadros de neumonía y tuberculosis por alteración de los mecanismos de defensa locales”, afirmó el broncopulmonar y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, Dr. Jorge Yañez Villaseñor. El médico sumó a los efectos la posibilidad de “descompensar algunas enfermedades respiratorias crónicas y el desarrollo de algunas enfermedades respiratorias como algunos tipos de fibrosis pulmonar”.

Debido a esto, la OMS se unió a organizaciones para pedir a los gobiernos “que adopten políticas que les protejan de las prácticas manipuladoras de las industrias tabacalera y otras industrias afines, incluida la comercialización incesante de sus productos peligrosos a través de las redes sociales y las plataformas de streaming”, citan en su web.

“Cuando se es adolescente, se está con un cerebro en pleno desarrollo que es muy susceptible de captar todos los estímulos ambientales con una potencia mayor”, explicó la académica del Departamento de Psiquitría UdeC, Dra Carmen Gloria Betancur. Si un niño comienza a fumar cigarrillo pronto, como en casos reportados entre los 12 y 15 años, el riesgo de que esto deje consecuencias es mayor: “ciertas huellas indelebles o ciertos caminos muy bien marcados para el desarrollo de una adicción son más altos que si uno empieza a consumir cuando el cerebro está más maduro”, complementó la profesional.

Según sus cifras, 52 personas mueren a diario en Chile por consecuencias del tabaquismo, lo que representaría el 16% de las muertes del país. Dentro de las causas más comunes se encuentra el EPOC, problemas cardíacos por consumo de cigarrillo y vaporizadores, accidentes cerebrovasculares y cáncer.

Fumar genera adicción, que es una enfermedad cerebral con un impacto psicosocial importante, identificó Betancur. “El desarrollo de la adicción está dado por la sobreestimulación de un área del cerebro, que libera altas dosis de dopamina. El tabaco libera bastantes pulsos de dopamina elevados cada vez que se fuma y que impactan en un área del cerebro, que es la corteza prefrontal, que tiene que ver con la capacidad de tomar decisiones y de reflexionar sobre nuestros actos en la vida. Y estos actos y reflexiones están finalmente determinadas por la descarga dopaminérgica, es decir, como que pierdo la capacidad de decidir. Ya no decido por mí misma, sino que es la droga que impacta de tal manera esa área del cerebro que me hace requerir ese consumo regularmente”. explicó la especialista.

«Este último año ha habido un aumento en la incidencia de cáncer broncogénico a nivel mundial cuyo principal factor en el 90% es el tabaco. También pueden verse otro tipo de neoplasia como la de vejiga o la de pisos de la boca y lengua”,detalló el broncopulmonar.

¿Qué pasa en nuestro cuerpo si dejamos el cigarrillo?

Si una persona deja de fumar, los síntomas asociados a su consumo comienzan a disminuir rápidamente. “Probablemente en una primera etapa va a haber un aumento de la tos porque hay una recuperación de la actividad funcional de los cilios pulmonares” explicó el Dr. Yañez.

El profesional añadió que con el tiempo las enfermedades respiratorias crónicas o infecciosas van sufriendo menos descompensaciones y disminuyendo su gravedad. 10 años después de dejar de fumar los riesgos de enfermedades complejas como cáncer pueden desaparecer, «por eso es muy importante para un gran fumador hacer ese seguimiento o tenerlo por lo menos en consideración”, apuntó Yañez. Para enfermedades como el EPOC inducido por tabaco, se aprecia que “el daño que se generó no sigue avanzando”.

Para Betancur, la recomendación es que el hábito de fumar jamás debe empezar. “El tabaco es una de las sustancias más adictivas que existen, es casi tan adictiva como la heroína, como las metanfetaminas. Prueba de ello es lo que cuesta mucho rehabilitar a alguien del tabaquismo. Se puede, pero es difícil, es de largo plazo, es costoso. Entonces, en vez de meterse en ese embrollo, mejor evitar llegar a ese tipo de sustancias y ese tipo de conductas”, remató.

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