La neurociencia se une a la inteligencia artificial e innovación para educar competencias emocionales en “Emocrea, descubre y recrea tus emociones”, exposición inmersiva e interactiva que inauguró el Centro Interactivo de Ciencias, Artes y Tecnologías (Cicat) de la Universidad de Concepción (UdeC), donde impactará a cientos de escolares y familias que cada semana llegan al recinto ubicado en Coronel.
Esta instalación se creó en el Proyecto Fondecyt Exploración 13220040, liderado por la doctora Mabel Urrutia, directora del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y profesora titular de la Facultad de Educación UdeC, y renueva la sala “Mi Súper Cerebro”, una de las más tradicionales del Cicat y la académica asesoró su creación en 2014.
La propuesta se desarrolló por un equipo interdisciplinario de investigadores de las Facultades de Educación, Ciencias Sociales e Ingeniería de la UdeC.
Experimentar las emociones
Mabel Urrutia destacó que múltiples juegos, aplicaciones y materiales didácticos se crearon íntegramente en este proyecto en base a la evidencia científica para dar vida a un espacio único en Chile y desde donde se apuesta por ofrecer experiencias significativas que fortalezcan la elemental educación emocional en la comunidad, con foco en niñeces y adolescentes.
“Las emociones son fundamentales para el aprendizaje y la vida”, enfatizó la investigadora; influyen desde la motivación y atención a una clase, hasta relaciones interpersonales, autoestima y salud mental. Por eso es crucial educar y promover competencias emocionales desde la escuela y llegar a todas las edades.
La exposición integra estaciones con distintos recursos que se organizan una línea narrativa de cuatro ambientes de aprendizaje que abordan las cuatro dimensiones de las competencias emocionales: “reconocimiento, expresión y regulación de las emociones, y empatía”, precisó.
Todo se sustenta en el conocimiento de la neurociencia y funcionamiento del cerebro, y utiliza a lúdicos elementos que combinan métodos y materiales tradicionales con nuevas y disruptivas tecnologías como vehículo de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Además del plantel académico, relevó el crucial aporte de estudiantes de pre y postgrado de distintas áreas para el desarrollo de estudios y productos para generar esta exposición; particularmente de carreras de Pedagogías en Educación Diferencial y Educación Parvularia, e Ingeniería Civil Biomédica, y doctorados en Educación, Ingeniería, e Inteligencia Artificial (IA).
Al respecto profundizó que el trabajo partió con investigación neurocientífica y otras áreas para comprender mejor cómo adolescentes reconocen las emociones y desarrollar recursos tradicionales e innovadores para fomentar las competencias emocionales como juegos con IA y realidad virtual, aplicaciones tecnológicas, textos didácticos y audiolibros que se ponen en escena. Evidencias previas también nutrieron potentemente los productos.
La narrativa del espacio se guía por mascotas virtuales que representan las competencias emocionales: zorro culpeo el reconocimiento, mono en la expresión, tortuga en la regulación y delfín para la empatía.
Valoración
La propuesta ha sido valorada por su gran novedad y potencial que fortalece el quehacer del Cicat que cada año recibe miles de visitantes de distintas comunas, y materializa y amplifica el impacto de la ciencia local en torno a temas críticos como la educación emocional.
“Hay una relación de las emociones con la creatividad, y como institución también estamos conscientes de la importancia de la relación entre las emociones con la convivencia, el diálogo y el fortalecimiento de comunidades más justas y equitativas. Y esta exposición permite que los resultados de investigación lleguen a la comunidad y sean útiles desde la etapa escolar a las posteriores”, manifestó la vicerrectora de la UdeC, doctora Paulina Rincón.
En esa línea, César Álvarez, director ejecutivo del Cicat, relevó que “la sala Mi Súper Cerebro es una de las más grandes y visitadas, y hay comunidades escolares que piden especialmente visitarla, pero por años estuvo avocada a reconocer los sentidos y las emociones no tenían un papel tan relevante; hoy la muestra que nutre la sala está cargada de actividades nos invitan a reconocer nuestras emociones”.
“Exploración es el más reciente de los Fondecyt, como instrumento fomenta la ciencia disruptiva, permite jugar con la multidisciplina y entregar resultados como esta exposición que da cuenta del trabajo que se desarrolla en la UdeC e invita a reflexionar de lo que somos. Sin duda será un aporte fundamental para el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes”, afirmó el seremi de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación en Biobío, doctor Gustavo Núñez.
Ciencia para educar competencias emocionales
“Emocrea, descubre y recrea tus emociones” es resultado de un proyecto que se adjudicó en enero de 2023 con dos años de ejecución en la primera convocatoria del Fondecyt Exploración, financiamiento entregado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo.
La idea surge de la vasta experiencia en la investigación y aplicación de la neurociencia e interdisciplina, y el reconocimiento de vacíos en la formación docente en educación emocional y falencias en las competencias emocionales en escolares y comunidad del país, sin que existan espacios culturales o de divulgación que la aborden de forma intencionada.
La doctora Mabel Urrutia advirtió que un gran problema es que docentes no son formados en estas competencias a nivel de pregrado y los objetivos curriculares obligatorios no permiten un abordaje transversal e íntegro en este ámbito crítico, reconocido y promovido por la Unesco. Además, sostuvo que “la adolescencia es la edad de oro del cerebro, porque tiene una mayor plasticidad y son capaces de desarrollar muchas habilidades”.
“Esta muestra va en ayuda incidental del desarrollo de competencias emocionales fuera del marco del aula, porque es una responsabilidad de todos, de la familia, de profesores, de la sociedad, no sólo de los docentes. El problema es que si no tienen una formación sistemática sobre estas herramientas no podrán formarlas”, manifestó.
El trabajo científico
La iniciativa partió con un periodo de investigación, que luego permitió conceptualizar y desarrollar distintos recursos.
Al respecto, contó que se realizaron estudios neurocientíficos de avanzada que combinaron distintas técnicas como análisis electrofisiológico y registro cerebral para comprender mejor cómo adolescentes reconocen las emociones, donde participaron 48 escolares locales de 12 años y se desarrollaron en su Laboratorio de Neurociencia Cognitiva.
Luego, se avanzó en estudios para crear las experiencias que se ponen en escena en la instalación, y guían las mascotas virtuales.
Son tres juegos de IA que abordan reconocimiento, expresión y regulación emocional.
Además, se diseñaron dos experiencias integradas a un domo inmersivo que permiten jugar con el cerebro y vivir la empatía en un juego conceptualizado por la profesora Urrutia, sobre el que relevó que “permite ponerse literalmente en los zapatos de una persona con discapacidad, en condición espectro autista y personas mayores: está grabado en primera persona con una cámara 360°, que muestra una realidad empática y no empática”.
También creó un juego que usa códigos QR dispuestos en el espacio para ir obteniendo pistas y puntos sobre qué hace cada mascota.
La instalación también incluye salas de juego y lectura.
Aquí existe una contribución clave de dos libros que editados con relatos del concurso “Cuenta conmigo, cuento contigo”, donde participaron integrantes de la comunidad escolar, que fueron ilustrados e incluyen actividades pedagógicas para docentes.
Para niños y niñas se generó el texto “Botiquín de las emociones”; además de cuentos, recoge la experiencia de 10 años de trabajo en educación emocional en formación inicial docente de la profesora Urrutia con un electivo que dicta en la UdeC. “Emocrea, descubre y recrea tus emociones” es el segundo libro, enfocado en adolescentes e íntegramente desarrollado con cuentos.
La investigadora relevó que un cuento fue escrito por una estudiante UdeC que lo pensó para su hermano en condición de espectro autista, y también se transformó en una aplicación de reconocimiento emocional que se creó con un grupo de Ingeniería.
Proyecciones
El proyecto no ha terminado con la apertura de la instalación en Cicat, continúa con la consolidación y publicación de resultados de vanguardia.
La directora contó que trabajan en distintos artículos, uno de revisión del desarrollo de competencias emocionales e IA a nivel latinoamericano, y otro con los experimentos neurocientíficos.
Y como última fase se investiga el impacto de los recursos creados mediante entrevistas y encuestas a escolares que visiten la exposición.
En el mismo sentido, el equipo editará una publicación sobre los juegos de IA.
Por último, la doctora Urrutia aspira a trabajar en la propiedad intelectual para publicar textos editados que se disponen en Cicat, para masificar su impacto y contribuir la labor docente y educación emocional en escolares locales.