El presidente de la Cámara de la Producción y el Comercio (CPC) Biobío, Álvaro Ananías, fue distinguido recientemente con el Premio Andrés Concha 2025, otorgado por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), convirtiéndose en la primera autoridad regional en recibir este reconocimiento a nivel nacional. En conversación con Diario Concepción, Ananías habla de su trayectoria, la distinción obtenida, los desafíos de la Región, las oportunidades de inversión, la seguridad, el futuro del Plan Biobío 2050 y la relación entre el sector público y privado.
“Es la primera vez que el premio Andrés Concha se lo dan a alguien de fuera de la Región Metropolitana. Eso es muy bueno, porque estamos logrando que se visibilice lo que se está haciendo en otras regiones del país y eso ya es un avance. Si no, también estamos poniendo la bandera de la región en la autoridad central, porque cuando tú logras que la autoridad central empiece a mirar tu región, va a ser más fácil obtener los apoyos a iniciativas que tengan que ver con el desarrollo y el crecimiento”, dice Ananías sobre la distinción que recibió de manos del Presidente Gabriel Boric y de representantes del gremio.
El líder gremial destaca su paso por la Universidad de Concepción como un atributo a mencionar en su trayectoria formativa y profesional.
“El hecho de que se lo den a un profesional de la Región del Biobío, en mi caso soy Ingeniero Civil Electrónico de la Universidad de Concepción, también es una valoración de la educación que se da en universidades prestigiosas que están en el resto del país. También el hecho de que es posible vivir con buena calidad de vida, desarrollar empresas y negocios fuera de la Región Metropolitana. Para mí eso es parte de la invitación a emprender, a crecer en regiones y es fundamental que el talento que se genera en nuestras universidades pueda desarrollarse y crecer en Biobío”, explica Álvaro Ananías.
A renglón seguido, asegura, en todo caso, que el premio más que en singular es para el gremio que representan. “Es importante entender que, primero, es un reconocimiento a mi persona, pero también a la labor del gremio. La labor del gremio ha sido especialmente importante estos años en los que hemos tenido una crisis importante en la región, con todo lo que ha sucedido con el cierre de industrias y altas tasas de desempleo”.
En ese sentido, agrega Ananías, “hemos trabajado intensamente con autoridades, tanto del gobierno central como del gobierno regional, tratando de empujar políticas públicas, iniciativas y acciones que apunten a lograr revertir esta situación, porque la región venía hace muchos años bajando. Es el momento en que todos juntos, como Biobío, quebremos esa curva y volvamos a crecer, y hoy están dadas las voluntades; el diagnóstico está claro para todos los sectores, para nadie es distinto, así que yo estoy contento de que estemos todos de acuerdo para poder empujar. Siento que lo que está viviendo Sofofa es que hoy está visibilizando un problema que nosotros, como CPC Biobío, hemos plantado en la autoridad central. Esto que ocurre acá, este reconocimiento desde Sofofa, en la capital, con el Presidente de la República, nos da la oportunidad de mostrar lo que está pasando en la región y que todos tomen conciencia de lo que está pasando y de las acciones que hay que tomar”.
-¿Cuál es el mayor desafío que está enfrentando la Región del Biobío, en relación al diagnóstico de esta crisis que menciona?
Hay desafíos que tienen que ver con la situación país y hay otros que son más particulares de la región. Por ejemplo, el control de la seguridad y la violencia. Hoy tenemos una Región del Biobío que tiene una de sus tres provincias afectadas por esto, que es la Provincia de Arauco. Como consecuencia de eso, la provincia tiene tasas de desempleo y de pobreza altísimas y, desde una perspectiva nuestra, como gremio, no hay ninguna posibilidad de que existan inversiones en zonas del país que no estén bajo el mandato del Estado de Derecho. Si el Estado de Chile no tiene el control de la región o provincia, es muy difícil que no ocurra. Llevamos más de tres años en Estado de Emergencia en la zona, se cumplieron más de mil días.
La variable, desde el punto de vista de la política pública, es retomar el poder del Estado de Derecho de una vez por todas. La seguridad es fundamental y la industria más relevante de la Región del Biobío es la forestal. Dicho eso, cerca del 70% de todo lo que se exporta por Biobío son productos derivados de lo forestal, pero se nos han quemado más de 200 mil hectáreas forestales en estos dos últimos incendios grandes que hemos tenido en los últimos 10 años en Biobío. No se ha replantado ninguna hectárea y probablemente los únicos que replantan son las empresas muy grandes que fueron afectadas, pero los pequeños y medianos propietarios no tienen la capacidad de hacerlo ni de financiarlo. Entonces es ahí donde nosotros hemos estado empujando por una política pública que vuelva a tener un cofinanciamiento del Estado para poder replantar esos bosques, tal como existió antiguamente con el Decreto Ley 701, que sí lo hizo.
CPC Biobío.
-¿Qué oportunidades concretas ve hoy para el desarrollo de proyectos de energía eólica en la Región del Biobío y cuáles son, a su juicio, las principales condiciones que deben garantizarse para que estas inversiones se materialicen?
Hoy la Provincia de Arauco y de Biobío tienen condiciones excepcionales para proyectos de energía eólica. Los vientos que existen favorecen esta actividad. De los proyectos que están ingresados para las evaluaciones de impacto ambiental, los siete más grandes son parques eólicos en Biobío y son inversiones importantes. Estos proyectos están avanzando, pero va a llegar el momento en que se apruebe, que es lo que esperamos nosotros. Cuando eso pase, ellos tienen que decidir si se aprueba el proyecto o no y, a mi parecer, una de las variables que determina eso es si las condiciones de seguridad están. Por eso es que es tan importante que, en paralelo, con condiciones, como por ejemplo la implementación de la Ley de Permisos Sectoriales, que se supone nos permite avanzar más rápido en las aprobaciones, y eso está muy bien, pero en paralelo debemos avanzar en seguridad.
-¿Cómo convive el Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío con las políticas públicas que usted menciona anteriormente y su vinculación con la CPC Biobío?
Es importante decir que el Plan de Fortalecimiento Industrial es una iniciativa público-privada que se activa o reacciona al cierre que hubo de la siderúrgica Huachipato. Es un plan que reacciona a esto y, en ese sentido, tuvo algunas iniciativas que avanzaron y otras que no tanto. A nosotros nos parece que hubo un buen aprendizaje, pero hay que avanzar a una siguiente fase. La siguiente fase, con una mirada a largo plazo, es el Plan Biobío 2050, que se está impulsando desde la Corporación Desarrolla Biobío y en conjunto con el Gobierno Regional. Es ahí donde nosotros esperamos desarrollar una política pública con una mirada más de largo plazo, que tenga distintos ejes, como el industrial, el eje de la educación, el de infraestructura, el del turismo, y con un plan de acción muy concreto para soñar nuestra región de aquí a 25 años con un plan concreto. Entonces, yo diría que el Plan de Fortalecimiento fue un plan que reaccionó a una situación de crisis en la región y el aprendizaje obtenido esperamos volcarlo en este nuevo Plan Biobío 2050, en donde esa glosa que fue aprobada tiene que ver con tener un equipo de trabajo que pueda interactuar en esto, que trabaje dentro de este Plan Biobío 2050 y que sea un enlace potente con la autoridad central. Esto dado que uno de los aprendizajes positivos que tuvimos fue que ayuda el tener gente de Biobío trabajando en ministerios centrales defendiendo y empujando iniciativas que ayuden al desarrollo de la región.
-¿El Plan de Fortalecimiento podría mutar al Plan Biobío 2050?
No va a mutar, el Plan de Fortalecimiento Industrial es un plan que generó esta administración y que termina en marzo del próximo año. Lo que existirá a partir del próximo año es el Plan Biobío 2050, que es un plan diferente, que tiene otros ejes, que recoge el eje del desarrollo industrial y donde algunas iniciativas que se trabajaron en el Plan de Fortalecimiento Industrial, que hayan generado resultados positivos, la idea es no perder ese aprendizaje y seguir ocupándolo.
-¿Cómo es la relación entre el mundo privado y público en la Región del Biobío, cómo estamos como Región en ese sentido?
Hay que entender que el sector privado es el que empuja el desarrollo de los proyectos de la región. La responsabilidad del sector público es entregar las condiciones habilitantes para que los privados puedan desarrollar proyectos que sean buenos para la región y para el país. Hoy más que nunca necesitamos avanzar en proyectos, porque cada proyecto significa un número de empleos; somos actualmente la región con mayor tasa de desempleo de Chile, junto con la Región de Ñuble. Entonces hoy la inversión tiene cara de puesto de trabajo y los puestos de trabajo generan empleo en las personas, y si tienen empleo se puede desarrollar su vida. Entonces, cuando uno habla de acelerar los proyectos de inversión, lo que estás haciendo es bajar más rápido la tasa de desempleo. Es así de importante.