De acuerdo al aviso realizado por la Dirección Meteorológica de Chile, para la Región del Biobío se pronostican altas temperaturas (hasta 36 grados) hasta el sábado 3 de enero de 2026. Así, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) declaró Alerta Roja por Calor Extremo para todo el territorio regional.
Debido a estas condiciones se recomiendan medidas de prevención a la ciudadanía ante el riesgo de posibles afecciones de salud.
En ese sentido, el médico internista del Servicio Medicina Interna del Hospital Guillermo Grant Benavente, Gabriel Bravo, indicó, entre algunas de las recomendaciones, el mantenerse muy bien hidratado de manera regular, aunque no se sienta sed, privilegiando el consumo de agua. El horario más perjudicial para exponerse al sol es entre las 11.00 y 17.00 horas, por lo que se debe evitar.
“Usar ropa principalmente liviana, clara, holgada, gorro y protector solar. Mantener los hogares bien ventilados y frescos, cerrando cortinas durante las horas de más calor. Y evitar la actividad física intensa en las horas de mayor temperatura”, destacó.
Es vital en estos casos, según destacó el médico internista el poner especial atención en la población de mayor riesgo, como lo son los niños, los adultos mayores o personas con patologías crónicas, porque estos grupos muchas veces no perciben el calor de la misma forma que el resto de la población.
Las personas que trabajan a la intemperie y las personas en situación de calle también corren mayor riesgo.
Hidratación
Un rol fundamental es el que cumple la hidratación como medida de prevención, en ese aspecto el médico internista, Gabriel Bravo, explicó que “muchas veces la correcta hidratación es la razón por la que una persona no llega a desarrollar finalmente un golpe de calor”.
El consumo de agua favorece que se produzca la sudoración, lo que ayuda a que el cuerpo regule mejor la temperatura. Pero cuando ya está establecida la crisis por golpe de calor, el organismo puede perder su capacidad de autorregulación térmica, y beber agua por sí solo ya no es suficiente, indicó.
“En una crisis el cuerpo no solo está deshidratado, sino que además presenta un aumento peligroso de la temperatura corporal que puede afectar el cerebro, el corazón y otros órganos vitales”, describió Bravo.
“Por eso es que es necesario hidratarse antes de tener sed y no esperar a sentirse mal para tomar agua, es lo principal. La sed ya es un signo tardío de deshidratación, especialmente en adultos mayores”, detalló el médico internista del Servicio Medicina Interna del Hospital Regional.
Signos
Existen señales de alarma que pueden aparecer de manera progresiva, según explicó Gabriel Bravo. “Los síntomas más frecuentes suelen incluir un dolor de cabeza intenso, mucho mareo, debilidad o incluso una sensación de desmayo, pacientes que refieren náuseas, vómitos, una piel que está más bien caliente, enrojecida, muy seca o pacientes que se tornan ya más bien confusos, letárgicos, desorientados o que empiezan a tener conductas que son más extrañas”, describió.
En casos más graves incluso puede darse la pérdida de conciencia o convulsiones, esa es una situación en la que se debe acudir a un recinto de atención médica, determinó.
Cómo actuar
La profesional de Vigilancia Epidemiológica Ambiental de la Seremi de Salud Biobío, Julia Manríquez Burgos, especificó sobre cómo actuar al observar signos de enfermedad por calor. Cuando se trata de síntomas graves como la alteración de conciencia o conducta, además de una temperatura corporal sobre 40°C, se debe solicitar asistencia médica o acudir al servicio de urgencias más próximo.
Si se observan síntomas leves o moderados, se recomienda reposo en lugar fresco y con sombra. Remover el exceso de ropa, elevar las piernas 20 a 30 centímetros, aplicar compresas mojadas en cuello, axilas y abdomen, estableció Julia Manríquez.
“Observe 30 minutos, si los síntomas persisten es necesario dirigirse al servicio de urgencias más cercano y evitar el uso de fármacos para reducir la fiebre (antipiréticos)”, especificó.
Adultos mayores
En cuanto a la situación específica de los adultos mayores, la jefa de la sección de Geriatría del Hospital Las Higueras, Claudia Sáez, mencionó que “los adultos mayores son más vulnerables a las altas temperaturas debido a los cambios fisiológicos, a las enfermedades crónicas, a los efectos de los medicamentos. Por ello la prevención y el cuidado son claves para evitar estas complicaciones”.
En un caso de golpe de calor en una persona adulta mayor, es posible detectarla por señales graves como la piel caliente, roja y seca. “Esa es la gran diferencia con las señales tempranas, la persona deja de sudar aunque tenga calor. Estado de compromiso mental, confusión, desorientación, irritabilidad”, describió y agregó la elevación de la temperatura corporal.
“Algunos signos adicionales en personas mayores debido al envejecimiento de su sistema, y por las enfermedades crónicas son cambios del comportamiento, somnolencia anormal, apatía, dificultad para moverse o hablar, piel que no se enfría tras usar paños húmedos, la orina más oscura o escasa”, indicó Sáez.
Niños
Con respecto a los niños, Magdalena Celis, académica de Pediatría en la Universidad de Concepción, estableció que para este grupo etario al igual que en general, se recomienda hidratación durante todo el día con agua, sobre todo en los menores de dos años.
“También debe limitarse a los niños al calor directo ambiental y a la actividad física intensa”, señaló y agregó que es necesario poner especial atención en aquellos niños que tengan alguna enfermedad.
“No sobreabrigar a los lactantes, ponerle ropa ligera, de colores claritos, usar gorrito, usar protector solar adecuado. Nunca dejar los niños adentro de los vehículos, aunque sea por pocos minutos”, puntualizó.
Mediante ciertos signos es posible sospechas estrés por calor de los cuales Celis comentó que “debemos sospechar compromiso por calor ante síntomas neurológicos, por ejemplo, niños que se ponen muy irritables, que empiezan a quejarse de dolor de cabeza, mareos, niños que están demasiado decaídos”.
“Hay niños que empiezan con taquicardia o a respirar muy frecuentemente y cortito, cuando la piel se pone muy caliente, y que puede ser seca o sudorosa, según la fase de la evolución en que vaya este golpe de calor, pueden ponerse a vomitar, y incluso lo más grave es que empiezan con deterioro del de las conciencia, en este caso hay que llevarlo inmediatamente a urgencia”, estableció Magdalena Celis.