En febrero del 2017, Antonia Garros muere dentro del contexto de violencia en el pololeo, luego de haber vivido dos años violencia psicológica y física por parte de su pololo. Es a partir de este hecho doloroso, que se crea Fundación Antonia, de la mano de Consuelo Hermosilla, madre de Antonia.
Hoy, Fundación Antonia entrega atención integral gratuita a víctimas de violencia en pareja, sin distinción de género ni orientación sexual en la región del Biobío, con el objetivo de acompañarlas en el proceso de desvinculación de su agresor.