Economía Colaborativa

¿Por qué la Navidad es una buena fecha para potenciar la economía colaborativa?

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Fotografía: Navidad economía colaborativa
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La navidad es un buen momento para reforzar valores como solidaridad, apoyo, empatía y sentido de comunidad, todo esto lo fomenta la economía colaborativa.
¿Por qué la Navidad es una buena fecha para potenciar la economía colaborativa?

Desde hace mucho tiempo que la Navidad dejó de tener un significado profundo y simbólico, dando paso paulatinamente a un periodo de estrés marcado por el consumismo, en donde los regalos se han tomado el protagonismo de una fecha  que debería tener como prioridad el compartir con nuestros seres queridos y comunidad.

Sin embargo, esta época también se conoce por despertar el famoso “espíritu navideño”, convirtiéndose en una instancia ideal para hacer florecer y poner en práctica nuestra solidaridad, apoyo, empatía y sentido de pertenencia mediante gestos significativos que den alegría sin afectar negativamente a nuestro bolsillo.

Una forma es a través de la economía colaborativa, la que consiste en intercambiar bienes y servicios mediante asociaciones organizadas, que pueden estar conformadas desde pequeños grupos familiares o miembros de una comunidad, hasta plataformas de internet formadas para tal fin, con el objetivo de realzar la ayuda mutua y la fraternidad social.

Si te preguntas cómo puedes hacerlo, a continuación de damos algunos ejemplos para que te animes a implementar este modelo durante la Navidad como una opción para hacer tus regalos, organizar tus fiestas y, sobre todo, para impulsar valores positivos, ahorrar recursos y generar relaciones productivas que impulsen a nuestra comunidad.

Compartir el auto

¿Te has dado cuenta que en vísperas de Navidad algunas cosas se ponen caóticas? Sin duda, el tráfico es una de ellas, sobre todo en sectores cercanos a los centros comerciales. Una buena opción para evitar el taco es organizarse para utilizar un auto de manera comunitaria. Esto lo puedes hacer con tus compañeros de trabajo, para así volver en grupo, o también con tus vecinos para que vayan juntos al supermercado. De esta manera, ayudas a descongestionar el transporte público, reduces la cantidad de vehículos y aprovechas de socializar en un momento tan rutinario y a veces estresante.

Intercambiar regalos para los niños

No hay niño al que no le guste recibir un regalo. Y lo bueno de esa edad, es que valoran la intención y pueden contentarse sin pensar cuánto gastaron en ellos. El problema es que no es algo poco usual que la emoción del regalo dure sólo los primeros días, para luego convertirse en algún adorno extra del suelo o de algún rincón de la casa. Si no es un juguete, lo común es pensar en alguna prenda de ropa cuyo destino, probablemente, no será otro que terminar como nuevo, porque creció tan rápido que ni alcanzó a usarla.

Para que eso no ocurra, puedes organizarte con tus vecinos e instaurar año a año un bazar dedicado exclusivamente al intercambio de juguetes y ropa para niños. Tal vez encuentres aquel personaje que tu hijo ha pedido por tanto tiempo y lo recibas a cambio de ese otro con el que ya no juega, o puedas cambiar unos zapatos que ya no usa por otro par de su talla.

Cocinar en equipo

Cocinar a veces suele ser un arte que no muchos dominan y que puede ser estresante, sobre todo cuando se trata de fechas especiales y celebraciones. Si bien no todos somos chef, a nadie le falta el talento para elaborar un plato estrella con el que pueda lucirse.

Si tú y tus vecinos van a preparar una cena familiar, es una buena idea organizarse para prepararla en conjunto, ya sea coordinando para comprar al por mayor y obtener mejores precios o cocinar algo con la intención de compatirlo o intercambiarlo para sumarlo a tu celebración.  Quizá tú haces un rico pan de pascua, mientras que a tu vecino le queda mejor el pavo. Cada uno podrá destacar, o al menos esmerarse, con su receta favorita o tradición familiar, consiguiendo nuevos sabores en tu mesa, estrechar lazos con tus vecinos y ahorrar tiempo e ingredientes.

Arrendar equipo a tus vecinos

Un gran evento para celebrar una fecha especial siempre es bienvenido, pero no todos tenemos el espacio ni los accesorios que quisiéramos para llevarla a cabo. Una buena alternativa es conversar con tus vecinos y conocidos para averiguar si alguno de ellos saldrá de la ciudad durante esa fecha o si acaso tiene mobiliario adicional que pueda prestar o, incluso, arrendar.

Mesas, sillas, loza, cubiertos, parrilla, karaoke. Hay muchos elementos que puedes conseguir a través de otras personas para que tu gran cena navideña sea más divertida y puedas incluir a todos los miembros de tu familia.

Reciclar libros

Los amantes de la lectura van formando una gran colección a lo largo del tiempo. Sabemos que es difícil desprenderse de los libros, pero se vuelve más satisfactorio cuando hacemos que alguien más tenga la oportunidad de leer ese libro que tanto nos gustó, sobre todo si consideramos que existe la posibilidad de tener otro de nuestro interés mediante un canje.

Si estás interesado en intercambiar tus libros, el sitio web MyBookMap es una opción muy interesante. En ella podrás registrarte y ser parte de una comunidad interesada en permutar o vender libros según necesidades, gustos y cercanía geográfica, debiendo encargarte solamente de coordinar la transacción directamente con el usuario.

Compartir comida

Probablemente, no existe día del año donde la comida tome tanta relevancia. Ayudar a familias a tener una Nochebuena con alimentos deliciosos y uno que otro regalo para los días siguientes, será siempre muy bienvenido, y puedes hacer llegar un mensaje de fraternidad sin límites.

Hay distintas organizaciones solidarias a las que te puedes acercar o comunicar previamente para hacer un donativo, puede ser tu parroquia local, una fundación dedicada a la inclusión social o incluso, una dedicada al cuidado de enfermos y niños.

Incluso, puedes organizarte con tus vecinos para realizar una gran comida en la que cada uno de ustedes prepare algo y lo compartan con gente en situación de calle, dándoles la alegría de tener su propia cena navideña

Como ves, el consumo colaborativo es una gran alternativa que tiene una amplia gama de posibilidades, todas orientadas a fomentar el apoyo mutuo y estrechar los lazos de amistad entre los vecinos, creando una grata atmósfera de comunidad. Asimismo, es una excelente posibilidad para crear nuevas iniciativas de negocio y emprendimientos locales que signifiquen beneficios materiales, pero por sobre todo, emocionales.

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