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Las valiosas reflexiones que dejó Humberto Maturana en su paso por la UdeC

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Fotografía: Archivo | U. de Chile
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Pesar en todo el mundo ha dejado el fallecimiento de Humberto Maturana. Nacido el 14 de septiembre de 1928, supo revolucionar el mundo de la ciencia con sus obras, donde destaca su trabajo junto a Francisco Varela, con quien publicó “De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: la organización de lo vivo”.

Sobre aquel libro y sobre su obra en general se podrían escribir cientos de páginas, dada la trascendencia que alcanzó mundialmente, siendo uno de los pensadores chilenos más reconocidos en el globo. Afortunadamente, en más de una ocasión la Universidad de Concepción tuvo el privilegio de recibirlo, sobre todo en los últimos años, donde concentró su trabajo junto a Ximena Dávila a través de “Matríztica”.

El año 2014 fue parte del seminario “El arte y la ciencia de conversar”, organizado por la Facultad de Educación UdeC, donde pudo desarrollar todas sus ideas acerca de la vida en general, dejando claramente establecido su pensamiento respecto a la importancia del lenguaje y la forma en cómo se debían abordar las cosas.

“Cambiar el modo de hablar cambiando el modo de pensar. Dejemos de hablar de competencia para que aparezca la colaboración; en vez de hablar del gobierno y la competencia —mejor dicho, la oposición— podría hablarse del gobierno y la colaboración, no la oposición. Hay que cambiar de actitud”, enfatizó en ese momento.

 

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También tuvo tiempo para referirse al conflicto en la zona de La Araucanía. “Queremos tener la razón unos u otros. Tratamos las diferencias como problemas, como conflictos. ¿Por qué? Porque no queremos vivir un proyecto común. Se habla del tema de La Araucanía, pero este tema tiene 500 años. ¿Y en qué consiste? En que de alguna manera pareciera que no queremos convivir“, manifestó.

 

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En otra ocasión, con motivo de los 30 años del Instituto Profesional Virginio Gómez, otra vez junto a Ximena Dávila vino a la zona, donde —como informó Diario Concepción en su momento— hicieron un extenso recorrido por la importancia del lenguaje dentro del mundo comunicativo —y por ende, educacional— a través del entendimiento, explicando y contextualizando esta labor por medio del trabajo que realizan en el centro de estudios “Matríztica”, cofundado por ambos expositores y que se ha posicionado como una escuela de pensamiento vanguardista.

También fue publicada en la Revista Paideia de la Universidad de Concepción una entrevista realizada en el contexto de una visita de Maturana y Dávila a Chillán el año 2014, a cargo de la docente María Mora Olate de la Universidad del Bío-Bío.

La entrevista, enmarcada en la reforma educacional que se discutía en aquellos años, mostró nuevamente a un Maturana que cuestionó las urgencias que impiden el buen accionar, transversal a todas las edades. «Estamos urgidos. Urgidos a resolver el tema de la educación. Ni siquiera escuchamos a los niños cuando se manifiestan. Porque, ¿cuántas personas se preguntan qué están pidiendo esos jóvenes? ¿Qué están pidiendo cuando piden fin al lucro?  ¿Qué están pidiendo cuando piden educación de calidad? ¿Qué es lo  que quieren? Y piden lo único que saben que pueden pedir, pero lo que piden es una cosa más profunda. Piden encontrarse con profesores y  profesoras que los escuchen. Crear un espacio de reflexión, eso es lo que piden y no saben cómo pedirlo», sentenció.

Sin duda, la muerte de Humberto Maturana —Premio Nacional de Ciencias 1994— representa una enorme pérdida para el mundo, pero su legado trascenderá el paso del tiempo.

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