En una jornada cargada de hitos y simbolismos, el Palacio de La Moneda recibió este jueves al “dueño de casa” más joven que ha acogido en su historia republicana. Gabriel Boric fue recibido por una multitud para luego entregar su primer discurso ante el país.
Luego de la ceremonia de cambio de mando realizada al mediodía en el Congreso Nacional, el nuevo jefe de Estado se dirigió al palacio de Cerro Castillo para una comida con las autoridades extranjeras y durante la tarde se trasladó a Santiago en helicóptero, para luego encaminarse a La Moneda, donde cientos de personas se reunían desde temprano.
El primer discurso del presidente Boric: “Que este sea el gobierno del pueblo”
A eso de las 20:00 horas, el mandatario de 36 años apareció en uno de los balcones del segundo piso para entregar su primer discurso como jefe de Estado. En sus palabras remarcó el sello ciudadano, feminista y de unidad de su Gobierno, reconociendo que el camino será difícil.
“El pueblo de Chile es protagónico en este proceso. No estaríamos aquí sin las movilizaciones de ustedes“, dijo en el inicio de su discurso de 28 minutos. En ese sentido advirtió también que “el camino sin duda va a ser largo y difícil, pero hoy los sueños de millones de personas están acá, empujándonos“.
Asimismo, enfatizó que espera su mandato tenga un sentido horizontal, sin “autoridades inalcanzables”, llamando a la reciprocidad con la ciudadanía. “Que trabajemos juntos, que este sea el gobierno del pueblo y que ustedes lo sientan como su gobierno“, aseveró. “Vamos lento porque vamos lejos, y no vamos solos, vamos con ustedes”, agregó.
También apuntó a la necesidad de redistribuir la riquezas que producen los chilenos y chilenas: “Cuando no hay distribución de la riqueza, cuando la riqueza se concentra solo en unos pocos, la paz es muy difícil”, afirmó.
Por otro lado, llamó a “reparar las heridas del estallido social“, destacando el retiro de las querellas por Ley de Seguridad del Estado que el Gobierno anterior interpuso en contra de los denominados “presos de la revuelta”.
El presidente mencionó también el conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche, “un pueblo que tiene derecho a existir”, y cuya solución “no es ni será la violencia”, llamando a “reconstruir las confianzas”.
Casi al finalizar, Gabriel Boric señaló que se han propuesto “acompañar, de manera entusiasta, el proceso constituyente por el que tanto hemos luchado“, con un llamado a terminar con las “caricaturas”.