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Universidad de Concepción será la primera universidad chilena que controlará un telescopio

Diario Concepción
Fotografía: Astronomía UdeC
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Está cada vez más próximo el instante en que la Universidad de Concepción (UdeC) se transformará en la primera institución académica chilena que controlará un telescopio, fruto de su participación del Proyecto Leighton Chajnantor Telescope (LCT), que traerá hasta el norte chileno un radiotelescopio originalmente instalado en Hawái.

Y es que recientemente se alcanzó un significativo hito para encaminar su viaje a Chile para abrir una nueva era de la investigación, desarrollo e instrumentación astronómica para la Región del Biobío y el país: la conclusión exitosa del desarme estructural del magno instrumento de observación astronómica.

 Iniciativa de impacto

El LCT es una iniciativa colaboración internacional de gran envergadura e impacto que desarrollan la UdeC junto al Instituto Tecnológico de California (Caltech) y la Universidad Normalista de Shanghái (ShNU). Y su materialización se originó por una gestión desde el Departamento de Astronomía de la UdeC a través del académico Rodrigo Reeves, director del Centro para la Instrumentación Astronómica CePIA.

La iniciativa tiene como objetivo refaccionar, transportar y comisionar en Chile al telescopio del Observatorio Submilimétrico de Caltech (CSO). Es un radiotelescopio de 10,5 metros de diámetro que se instalará en el Llano de Chajnantor, zona en pleno altiplano chileno donde también está el Observatorio Alma, destacó el doctor Reeves, como también que la sala de control estará en dependencias de Astronomía UdeC.

“Este proyecto nos permite contar con infraestructura de nivel profesional para hacer astronomía submilimétrica y como chilenos vamos a poder participar definiendo planes científicos e instrumentación y trabajar en el desarrollo de la instrumentación. Pero, lo más importante es tener una plataforma en la que vamos a poder entrenar a nuestros científicos, ingenieros y expertos en tecnología que van a desarrollar la instrumentación astronómica en estas longitudes de onda en el futuro”, manifestó el investigador sobre la relevancia del LCT a nivel nacional, marcando precedentes e impacto desde la UdeC.

Y la trascendente influencia va más allá de la formación de capital humano avanzado o de la generación de nuevos conocimientos y tecnologías a partir de la obtención de datos del telescopio, porque Reeves aseguró que “participar en esta colaboración internacional nos habilita para tener la sala de control y abrirla para divulgación y que nuestra sociedad pueda disfrutar la misma experiencia que tienen los astrónomos, controlando y observando con este telescopio”.

Retos del desarme

Dada su envergadura, antes de embarcar al LCT para iniciar su viaje al altiplano chileno desde el Pacífico en Estados Unidos, era crucial desarmar al vasto instrumento en un proceso desafiante por su complejidad, enfatizó Brian Andler, ingeniero civil electrónico y miembro de CePIA UdeC.

Primero había que desconectar del radiotelescopio a su domo, que albergaba desde talleres mecánicos hasta una sala de estar. Este trabajo implicó el desacoplamiento del domo y de equipos desplegados a lo largo de la antena, preparándolos para su traslado.

Así que se requirió una meticulosa planificación y coordinación del equipo mecánico del proyecto. “Este desafío impresionante ha obtenido resultados positivos gracias al compromiso del gran equipo que respalda este ambicioso proyecto“, afirmó Andler.

En este desafiante desarme hubo un componente clave: el “C Hook”. Es una ingeniosa herramienta de acero diseñada por Nicolás Lastra, ingeniero civil mecánico del CePIA, que facilitó el desmontaje de los contrapesos del telescopio, asegurando un proceso equilibrado y preciso.

El profesional también ha estado a cargo del diseño de otros dispositivos para el transporte en contenedores estándar por barco. Esta decisión estratégica permitirá llevar el telescopio en partes, optimizando el proceso logístico y asegurando la seguridad durante el viaje.

Ante ello manifestó su satisfacción por el exitoso uso de su diseño y relevó la importancia de la precisión en ingeniería.

Próximos pasos hacia Chile

Con el reflector primario desmontado y puesto sobre una plataforma de pruebas, el LCT está listo para iniciar su travesía a Chile. El BUS, esqueleto del reflector, se dividirá en cuatro partes, cada una cuidadosamente guardada en cajas individuales.

Andler y Lastra están en Hawái para coordinar y documentar la fase final del desmontaje y desarme del domo. Con ese capítulo culminado, el LCT está listo para emprender su viaje al altiplano chileno, donde contribuirá significativamente al avance de la investigación astronómica en la región y el país.

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