Un avance cualitativo en materia de habitabilidad tendrán internas imputadas de Concepción que recientemente fueron trasladadas a las dependencias del módulo 2 del Complejo Penitenciario Biobío.
Atrás quedaron los dormitorios colectivos de reclusión que albergaban hasta 50 internas en el antiguo Centro Penitenciario Femenino (CPF), pasando a un esquema de celdas cuádruples equipadas con baños, patios independientes y estrictas reglas de segregación.
Las dependencias poseen 2193 metros cuadrados construidos, con un total de 192 plazas de reclusión, distribuidas en 48 celdas.
Cambio de entorno
Durante el operativo, coordinado minuciosamente desde la jefatura del CP Biobío, con apoyo técnico y operativo de la Dirección Regional del Biobío, se concretó el traslado de 115 internas imputadas, a las dependencias del penal concesionado.
Este avance fue destacado por el director regional (s), coronel Mario Palavecinos: “tendrán un cambio significativo en su estándar de habitabilidad, con acceso a espacios más dignos e implementación adecuada para el desarrollo laboral y recreacional. Es parte de lo que nuestra institución y el Estado debe garantizar a las personas privadas de libertad, en cuanto a derechos fundamentales”, detalló.
En materia de acceso, contarán con suministro de agua caliente en las duchas de los baños ubicados en el patio techado.
Mejoras
Se trata de una inversión de $150 millones de pesos, provenientes del Estado y que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, solicitó incorporar en el contrato de concesiones.
La partida de recursos permitió, además de mejoras en infraestructura, habilitar dos talleres laborales: uno de costura y otro de peluquería, ambos completamente equipados con mobiliario y herramientas para desarrollar el oficio.
El nuevo espacio permite tener población penal segregada en horario nocturno y disminuir el riesgo de eventuales agresiones o abusos en espacios de reclusión.
Seguridad
Un aspecto relevante en el esquema de celdas cuádruples es que reduce el riesgo de motines y permite la oportuna reacción del personal, en caso de riñas u otras acciones refractarias al régimen interno, explicó el jefe (s) del Complejo Penitenciario Biobío, coronel Néstor Flores.
Sobre lo anterior, precisó que los riesgos de incendio provocados por motines o acciones vandálicas se ven reducidos, como asimismo mejora la capacidad de reacción frente a catástrofes naturales y eventuales evacuaciones.