Investigadores e investigadoras de la Universidad de Concepción (UdeC) han desarrollado un innovador bioadsorbente capaz de remover residuos de antibióticos del agua, ofreciendo una solución sostenible para la acuicultura, la salud pública y un sinnúmero de otros usos.
Liderado por el Dr. Daniel Palacio Badel, académico del Departamento de Polímeros de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQUdeC), este avance –respaldado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID)– busca mitigar la contaminación farmacéutica y reducir el riesgo de resistencia antimicrobiana en los ecosistemas acuáticos.
En este contexto, el Dr. Palacio explica en profundidad los alcances de esta tecnología, su positivo impacto ambiental y las proyecciones para su implementación tanto en la industria como en el área pública.
“A partir de la resistencia antimicrobiana que está generando un problema de salud global. El uso masivo de antibióticos en la medicina, la ganadería y la agricultura ha llevado a la presencia creciente de estos compuestos en cuerpos de agua. Los antibióticos, al ser persistentes y, en muchos casos, poco biodegradables, representan un riesgo tanto para los ecosistemas acuáticos como para la salud humana, al contribuir al desarrollo de bacterias resistentes”, indicó.
Respecto a qué hace que esta tecnología, en comparación con otras, sea innovadora en la remediación de aguas contaminadas, el Dr. Palacio indicó que “la combinación de biopolímeros y material bioinorgánico como agente de relleno, ayudando a amplificar sus características”.
“Un factor importante, por ejemplo, es que al utilizar materiales biobasados, el proceso tiene un menor impacto ambiental en comparación con los adsorbentes sintéticos. Además, puede ser parte de una economía circular, donde los materiales se obtienen de fuentes renovables o desechos biológicos”, expresó.
Según lo que detalla el académico, hasta el momento se han realizado pruebas con dos antibióticos, amoxicilina y oxitretraciclina; los cuales son dos antibióticos altamente utilizados en medicina humana y veterinaria, “demostrando una eficiencia que supera el 50% de remoción”, explicó el especialista.
Un punto interesante en la investigación, trata particularmente sobre el impacto ambiental y el desarrollo sostenible. Esto, a raíz de los beneficios directos que puede tener este bioabsorbente para la salud de los ecosistemas acuáticos.
Según lo que indica el especialista, son dos puntos clave que determinan la importancia en el impacto ambiental.
Reducción de la bioacumulación y la promoción de la biodiversidad. En palabras del Dr. Palacio, “al disminuir la presencia de contaminantes antes de que puedan ser absorbidos por organismos acuáticos, este bioadsorbente ayuda a prevenir la bioacumulación de sustancias en la cadena alimentaria acuática, lo que podría tener efectos perjudiciales sobre la fauna y la salud humana.
En relación con la promoción de la biodiversidad, el especialista indicó que “al reducir los efectos adversos de la contaminación, el bioadsorbente contribuye a la restauración de hábitats acuáticos saludables, lo que a su vez favorece la biodiversidad local y proporciona ambientes más aptos para las especies acuáticas nativas, entre otros muchos aspectos que pueden ayudar a la salud de los ecosistemas”.
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