El planteamiento del consejero regional Luis Santibáñez, presidente de la Comisión de Presupuesto y Proyectos de Inversión, de bautizar el recién inaugurado Puente Industrial sobre el río Biobío como “Puente Industrial Sebastián Piñera Echenique”, abrió un intenso intercambio entre parlamentarios de distintos sectores, evidenciando las profundas diferencias sobre cómo y a quién debe rendirse homenaje en las grandes obras públicas del país.
En todo caso, esta proposición no es nueva. La primera vez que se planteó fue en enero de 2025, por parte del gobernador del Biobío, Sergio Giacaman, pero, al final, se diluyó.
No obstante, en los últimos días y ad portas de su inauguración, por parte del Presidente Gabriel Boric, quien cortará la cita de la estructura este martes 10 de septiembre en su visita a la zona, la propuesta fue retomada por el core republicano Luis Santibáñez, quien la justificó en lo que, a su juicio, fue el papel decisivo del exPresidente en concretar una obra largamente postergada.
“Esta propuesta nace en el seno del Consejo Regional, en la conversación con consejeros regionales de Chile Vamos y del Partido Republicano. Tiene por objeto honrar la memoria, el legado y el trabajo de quien fuera el impulsor desde el año 2018 de la construcción del Puente Industrial”, explicó el core.
El miembro del Consejo Regional agregó que Piñera dio un impulso clave al declarar la iniciativa de interés público en su primer mandato y asegurar el financiamiento durante su segundo. “Nos parece también de mayor importancia que sea el propio Presidente Gabriel Boric el que reconozca y establezca esta posibilidad. Sería una señal de transversalidad política y unidad”, añadió.
Sin embargo, lejos de generar consenso, la propuesta desató posturas encontradas entre los representantes de la región.
Rechazo desde la izquierda
La diputada María Candelaria Acevedo (PC) fue una de las primeras en salir al paso, señalando que “no hay ningún argumento válido para que el Puente Industrial lleve el nombre del exPresidente Piñera. Ni yo ni miles de compatriotas olvidamos que Sebastián Piñera le declaró la guerra a los chilenos y chilenas que se movilizaron en octubre de 2019”, expresó.
La parlamentaria recordó las violaciones a los derechos humanos registradas durante el estallido social y cuestionó incluso el relato de eficiencia en infraestructura que se intenta instalar. “Han hablado del sentido de urgencia que Piñera habría puesto en obras, pero basta mirar el Puente Bicentenario, que a más de 15 años del 27F aún no se termina. Este no es el camino. Me parece mucho más pertinente que una figura local, vinculada al Biobío, dé nombre a esta obra”.
Desde otra vereda crítica, el diputado ecologista Félix González sostuvo que Piñera no representa unidad, comentando que “me parecería de mal gusto ponerle su nombre a un puente. Si vamos a homenajear, propongo mirar hacia nuestras propias luchas territoriales. Yo plantearía a Nicolasa Quintreman, defensora del río Biobío, como una opción mucho más coherente con nuestra historia y con el respeto a quienes dieron su vida por proteger este entorno”, señaló.
En un tono más moderado, el diputado Eric Aedo (DC) llamó a poner paños fríos, comentando que “definitivamente hay temas mucho más importantes en este momento, como el avance del crimen organizado o la creación de empleos. Si se quiere cambiar el nombre de un puente, lo mínimo es consultar a la ciudadanía. Estoy de acuerdo en valorar a expresidentes, pero distinto es convertirlo en un gallito político”, advirtió.
La diputada del Distrito 21, Joanna Pérez (Demócratas), entregó una visión más matizada, reconociendo el rol de Piñera pero advirtiendo que la discusión difícilmente prosperará bajo el actual gobierno.
“Primera vez que se instala esta discusión en la región. Toda vez que fue el expresidente Piñera que inició el trabajo para este puente, lo lógico es que se discuta ahora, pero es bien difícil que este gobierno vaya a promover algo desde el MOP. El oficialismo no suele dar una mirada global de reconocer obras de gobiernos de distintas tendencias. Ahora creo que sí es algo que pudiera instalar el nuevo gobierno y que pueda llegar. Mientras tanto, se pueden ir aunando voluntades, tanto en municipios como en el propio Consejo Regional”, afirmó.
Isidoro Valenzuela.
Los apoyos a la propuesta
Por otro lado, parlamentarios de centro y derecha valoraron la idea de Santibáñez como un gesto republicano. La diputada Karen Medina (IND-DC) sostuvo que reconocer a un exmandatario en una obra pública de gran magnitud es un símbolo democrático.
“Más allá de las diferencias políticas, el rol de un expresidente es parte de la historia institucional del país. Este homenaje puede reunir consensos si se plantea con altura de miras”, afirmó.
La diputada Marlene Pérez (Ind-UDI) también destacó el aporte del exjefe de Estado, comentando que, “Sebastián Piñera fue un gran mandatario que dejó un importante legado en el país y en la región del Biobío. Él impulsó grandes proyectos de infraestructura como este puente, por lo que llevar su nombre sería un justo reconocimiento”, declaró, aunque admitió que alcanzar un consenso dependerá del debate político.
En la misma línea, la diputada Flor Weisse (UDI) expresó su respaldo, señalando que “respaldo firmemente la propuesta de denominar al Puente Industrial con el nombre del expresidente Sebastián Piñera. Su visión de país y compromiso con el desarrollo productivo fueron fundamentales para impulsar la innovación regional. Reconocer su legado es honrar su aporte al progreso de Chile”.
Otro de los apoyos vino desde el Partido Social Cristiano. El diputado Roberto Arroyo afirmó que la idea refleja “el sentir de la ciudadanía”. Señaló que “el expresidente Piñera trabajó fuertemente por la descentralización y esta construcción es prueba de ello. Si hay dudas, se puede sugerir una encuesta para que la ciudadanía refrende su consentimiento en este homenaje”, planteó.
Desde el Ejecutivo, no fue posible obtener una versión sobre este tema.
El debate de fondo
Para Santibáñez, el puente es símbolo de progreso y no debiera quedar atrapado en la disputa ideológica.
El consejero comentó que “se trata de una inversión que genera dinamismo económico en la Región del Biobío, que resuelve problemas estructurales del transporte de carga y que conecta a nuestros puertos principales. El legado del presidente Piñera está en el desarrollo de esta infraestructura y en la mejora de la calidad de vida del Gran Concepción”, insistió.
El Puente Industrial con más de 2,5 kilómetros de extensión, está diseñado para descongestionar los accesos al Gran Concepción y facilitar el tránsito de carga hacia los puertos.