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Mayor actividad y estabilidad: proyectan escenario económico de la Región para 2026

Diario Concepción
Fotografía: Contexto
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De acuerdo a lo publicado recientemente por el Banco Central de Chile (BC), Biobío está entre las regiones con mayor incidencia negativa del Producto Interno Bruto Regional, cayendo 4,2% durante el tercer trimestre de 2025.

En la publicación del ente emisor, se indica que la contracción obedeció, principalmente, a una menor disponibilidad de agua para la generación eléctrica en el resto de bienes.

Pese al descenso del Producto Interno Bruto Regional (PIBr) durante el periodo mencionado, las proyecciones para la economía regional son más bien positivas para 2026, según la mirada de economistas de distintas universidades de la zona.

Claudio Parés, jefe de carrera de Ingeniería Comercial y subdirector del Informe Económico Regional (IER) de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la Universidad de Concepción (UdeC), señaló que “seguimos estando al debe en lo que respecta a una visión compartida de lo que debe hacer la región hacia el futuro: necesitamos consolidar una estrategia regional de desarrollo en la que todos sepamos en qué áreas invertir”.

En cuanto a un balance preliminar de lo ocurrido en 2025, Parés planteó que la economía regional mantuvo su tranco lento pero seguro durante este año. “Si bien sufrió una caída en las exportaciones y comenzó a mostrar algunas fisuras en el empleo, en términos generales, mostró un crecimiento dentro de lo esperado”.

Para Claudio Parés, también se ha vuelto crítico que el Plan de Fortalecimiento Industrial funcione a plena capacidad y que tanto las iniciativas privadas como las públicas empiecen a salvar los obstáculos de la “permisología” para retomar la senda de crecimiento y empleo.

Por su parte, el Dr. Cristian Guzmán, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la Universidad Católica de la Santísima (UCSC) afirmó que la Región presentó un 2025 con varias contingencias relevantes dentro de la estructura productiva regional. “Como el anuncio y el formal cierre de Huachipato, que se concretó, y obviamente eso generó ciertos cambios particulares en el sistema productivo manufacturero, que es una de las principales industrias de la Región y, por lo tanto, vino a apurar e implementar políticas, podríamos decir contracíclicas”.

En su análisis, Guzmán sostuvo que la mezcla de estas dos actividades ha implicado, de alguna manera, en que 2025 no fuera un año tan negativo para Biobío. “Recordemos que en una de las cifras del Banco Central la tasa de crecimiento fue del 3,8%, ubicándose en una de las más altas de las regiones en el país. Sin embargo, la tasa de desocupación generó preocupación, y está generando preocupación, porque está cercana al 10%, que es un poco lo que está pasando también en el país”.

Sobre el Plan de Fortalecimiento Industrial, el Dr. Cristian Guzmán manifestó que ha venido a apurar de alguna u otra manera ciertas inversiones públicas y privadas de corto y mediano plazo, “lo que ha permitido de alguna u otra manera contrallevar la caída del PIB asociada a los cierres de estas empresas grandes y obviamente el encadenamiento que genera y, por lo tanto, lo que uno esperaría para 2026 es que estas inversiones y este plan de fortalecimiento, sobre todo en inversiones públicas, permita una manera de empezar a desarrollar inversiones de alto monto para generar mayor empleo”.

“Obviamente, eso también va a estar asociado a las expectativas que genere el cambio de Gobierno y obviamente las primeras medidas económicas que se puedan tomar. Por lo tanto, el 2026 debería ser para la región del Biobío un año de mayor actividad económica, pensando en que el efecto del cierre de Huachipato debería ya empezar a descender, dada la implementación de este plan de fortalecimiento industrial”, sumó el economista de la UCSC.

Renato Segura, economista de la Universidad Técnica Federico Santa María, sobre cómo ve factible poder remontar la contracción del PIB regional de 4,2% de octubre de cara al 2026, expresó que “es complejo, toda vez que los mayores precios del cobre afectan negativamente a los sectores exportadores no mineraleslo que impacta directamente a la actividad económica en Biobío. Reactivar el sector industrial de la mano del auge de la minería, generar incentivos para la atracción de inversiones en sectores con mayores ventajas comparativas y encadenar los sectores con mayor actividad económica con las pymes locales. Pueden contribuir en acortar los plazos de recuperación. La economía debiese finalizar su ciclo contractivo a partir del segundo semestre de 2026“.

Desde el Gobierno

Sebastián Rivera, seremi de Hacienda de Biobío aludió al último informe del Banco Central que proyecta un crecimiento económico para 2026 en el país de aproximadamente un 2,4%, “una cifra ligeramente superior al promedio estimado para Latinoamérica y la región que se sitúa en torno al 2,3% según los datos de la Cepal. Además, las estimaciones para la región del Biobío son parecidas a la estimada a nivel nacional rodando en un rango entre el 2% y 2,5% de crecimiento para fines de 2026”.

En cuanto a la inflación, el jefe de la cartera de Hacienda en la zona, indicó que se espera que se mantenga cerca del 3,4%, “reflejando una gestión coordinada entre el Gobierno y el Banco Central donde el Gobierno ha podido lograr mantener controlada la deuda pública (…) Este esfuerzo apunta a la convergencia hacia una inflación del 3%, incluso para el primer semestre de 2026”.

Según Sebastián Rivera, el informe del ente emisor también destaca que la Tasa de Política Monetaria (TPM) se ubica en 4.5%, “muy distante de los niveles de dos dígitos registrados hace tres años, cuando la TPM alcanzó un máximo del 11,25% y la inflación llegó a un peak de un 14,1%. Por otro lado, la economía chilena se beneficia de un ciclo histórico del precio del cobre, condiciones que permiten proyectar un 2026 más estable y favorable con mayores ingresos fiscales derivados del cobre y un incremento en el poder adquisitivo para productos importados”.

Rivera también consideró que “a nivel nacional y regional se proyecta que el consumo interno empiece a aumentar impulsado por las reducciones progresivas de la TPM del Banco Central, lo que impacta positivamente tanto en los créditos de consumo como en los créditos hipotecarios. Además, medidas como el Fondo de Garantías Estatales (FOGAES) que aún está vigente, contribuyen a dinamizar el mercado hipotecario y a estimular la demanda”.

Finalmente, el seremi de Hacienda contó que “en Biobío tenemos el Plan de Fortalecimiento Industrial cuyos impactos se esperarían ver reflejados desde el 2026. En la actualidad, a un año de su primera reunión, ya cuenta con avances concretos de corto plazo que se han impuesto dentro del plan que son metas de mediano y largo plazo lo que es importante darle continuidad y que todos los actores de la Región también hagan su aporte y colaboren para que este plan tenga impactos positivos tanto en el empleo como en la inversión de Biobío”.

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