El testimonio de una religiosa llega a agudizar el escenario que enfrenta el actual arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati. Según su relato, el prelado manejaba antecedentes desde 2006 sobre el sacerdote acusado de violación en Concepción, pero nada hizo e incluso le brindó respaldo.
La monja, directora de colegio que pidió reserva de su identidad, contó a Ciper Chile que apenas llegó Ezzati al arzobispado penquista en 2006, le pidió medidas contra un grupo de sacerdotes homosexuales que tenía contacto con jóvenes. Entre ellos, el denunciado por violación de un menor, Hernán Enriquez Rosas.
“Mantenían relaciones homosexuales dentro de un grupo en el que participaban consagrados y laicos, que se protegían entre ellos y que tenían acceso a espacios pastorales y educacionales frecuentados por jóvenes”, señala el artículo.
Como se ha conocido estos últimos días, el denunciante asegura que fue violado por Enríquez en 2002, cuando tenía 14 años y asistía al Seminario Menor de Concepción. El joven reveló su vivencia solo en 2009, fecha en que su familia llevó el caso a la justicia y a la Iglesia. Sin embargo, no hubo resultados.
De esta forma, el testimonio de la religiosa señala que Ezzati conocía antecedentes sobre la presunta homosexualidad del presbítero tres años antes que los padres del joven le presentaran la denuncia de violación. El arzobispo dijo haber investigado, pero Enríquez siguió como profesor e incluso, en 2012, Ezzati lo respaldó escribiendo el prólogo de un libro que publicó el denunciado.
“Nunca supe que el arzobispo hiciera algo con mi denuncia. Todo siguió igual”, aseguró la mujer.
Desde la Fiscalía han reconocido que estudian una posible imputación de Ricardo Ezzati por presunto encubrimiento en distintos casos de abusos.