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Académico UdeC: Lo de Iansa es síntoma de un problema más profundo en la agricultura

TVU - Panorama UdeC
Fotografía: Iansa
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Esta martes la empresa Iansa comenzó a concretar el cierre de su planta en Linares, región del Maule, con los primeros despidos de trabajadores. Una medida que causó revuelo por el impacto laboral en la zona y dudas sobre la realidad del rubro remolachero y la agricultura chilena en general.

El académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Raúl Cerda, señaló que el cierre de la planta azucarera en Linares y las pérdidas para los agricultores remolacheros son un síntoma de un problema más profundo, que tiene que ver con la forma en que el país piensa su agricultura.

El profesor, especialista en economía y desarrollo rural, señala que para entender lo que está ocurriendo en Linares, es necesario remontarse a los años en que se tomaron las decisiones respecto a la agricultura nacional. A mediados de los ’90, explicó, se firmaron acuerdos y tratados, en los que Chile se comprometió a bajar sus aranceles, llegando a no cobrarlos. A cambio, se esperaba reciprocidad de la contraparte. El problema, señaló Cerda, es que la agricultura entró en los acuerdos sin ningún tipo de protección.

Agrega que no se trata de un problema de competitividad, pues en el caso de la remolacha, aunque la superficie sembrada ha fluctuado, la productividad ha crecido. Según datos del INE, en el período 2014/2015 la productividad era de 94.9%, mientras que para el período 2017/2018 fue de un 109.5%.

El problema “es que estamos compitiendo en un marco en el que no hemos definido una política para el ámbito agrícola, como sí lo han hecho en Europa y otros países desarrollados. Allí, se subsidia la agricultura porque se entiende como una actividad multifuncional: produce alimentos, turismo, energía, servicios ecosistémicos y representa identidad cultural. Ellos valorizan el ámbito rural y lo tratan como un sector distinto”.

Así, según explicó, hoy el tema es la remolacha, como antes lo fueron otros cultivos y producciones. “Este caso es el de la azúcar, ya fue antes el caso del trigo, que cayó de 600 mil hectáreas a poco más de 200 mil aproximadamente”.

Solución macro

Respecto a los procesos de reconversión de cultivos, es decir, que los agricultores de un sector deprimido pasen a cultivar otra cosa, el profesor es escéptico. “A productores que se han dedicado toda la vida a producir remolacha, es difícil pasarlos a un rubro diferente, porque son otras lógicas, dinámicas y estándares. Por ejemplo, manejar a 100 personas en un huerto requiere otros conocimientos y competencias”.

Por lo mismo, asegura que para evitar al máximo llegar a estas situaciones hace falta un acuerdo de país. “Partiría por aunar voluntades públicas, privadas y la academia para definir una hoja de ruta. Si pensamos solo en Linares, pronto habrá problemas en Chillán y Los Ángeles, porque no hay una mirada global del problema”, puntualizó.

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