Los 8 comuneros presos en la cárcel de Angol y los 11 que están en la cárcel de Lebu decidieron radicalizar la huelga de hambre que sostienen por 114 días los primeros y por más de 50 días los segundos: dejaron de consumir agua.
El vocero de los denominados presos políticos mapuche de la cárcel de Angol, Rodrigo Curipán, dijo a Radio Bío Bío que la medida se adopta luego que -a su juicio- el Gobierno incumpliera un plazo de 12 días para resolver su petitorio, el cual también involucra a los comuneros de Lebu.
El vocero de aquellos últimos, Auka Castro, dijo al mismo medio que se plegarán a sus pares de la provincia de Malleco, pero de forma paulatina. Este lunes, tres de los 11 mapuche iniciaron la huelga seca, y cada día se sumarán otros dos, hasta que todos dejen de ingerir agua.
“Ellos han decidido tomar esta determinación debido a la nula respuesta que ha existido respecto de las demandas que fueron emanadas desde Angol en la negociación que se había establecido con el ministro de Justicia, Hernán Larraín”, dijo el portavoz.