Preocupante es la situación de la deserción escolar en el país debido a la pandemia. De acuerdo a cifras del Ministerio de Educación, en agosto se estimó que “más de 186.000 niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 21 años no habían completado su educación escolar, lo que podría aumentar a 267.822 estudiantes”.
La realidad de la Región del Biobío no dista de la nacional, donde “las cifran hablan de casi 12.000 desertores en un año normal y producto de la pandemia aumentaría a más de 18.000. Esto nos llevó a generar estrategias para mitigar el impacto de este fenómeno y evitar el abandono de las escuelas, las que se profundizarán el 2021”, señaló el seremi de Educación, Fernando Peña, a Diario Concepción.
La autoridad de Gobierno explicó que existen herramientas como la de gestión de contacto, la que permite conocer si los escolares están en contacto de forma constante o si requieren un mayor apoyo. La medición, aplicada a 280 escuelas del Biobío, arrojó que el 9,5% de los estudiantes tuvo una nula participación escolar, lo que se elevó a 24% en los alumnos con educación especial.
En este marco, la psicóloga y miembro del Observatorio de Parentalidad UdeC, Karen Oliva, indicó que “muchas veces el alumno no busca desertar, sino que el sistema lo incita a dejar la escolaridad, dado que la educación a distancia supone un nivel mayor de autonomía, pero los que están en vulnerabilidad en muchos de los casos no tienen acceso a estas herramientas, entre otras circunstancias”.
Cabe destacara que en los sectores vulnerables se vio una mayor deserción escolar que en los de mayor poder adquisitivo.