Sin resultados continuaba este viernes la búsqueda del pequeño Tomás Bravo, niño de 3 años y 7 meses que desapareció a eso de las 16:30 del miércoles, en el sector rural de Caripilún, a un costado de la ruta entre las comunas de Arauco y Lebu.
De acuerdo al relato de sus familiares, el menor acompañaba a su tío abuelo a arriar unos vacunos cuando éste lo perdió de vista. Desde entonces, la búsqueda ha sido incesante en una zona que presenta numerosas quebradas, riachuelos, humedales y plantaciones forestales.
La desaparición conmocionó a toda la comunidad de la zona y más de 300 personas integran las labores de rastreo, entre Bomberos, Carabineros y detectives, con unidades caninas, subacuáticas y drones.
Ayer, la fiscal de Arauco, Carolina Molina, ordenó que la Brigada de Homicidios de la PDI investigar el hecho como presunta desgracia. El prefecto Carlos Sanhueza, jefe subrogante de la PDI del Biobío, señaló a los medios que están recaudando información, analizando, procesando y empadronando testigos. Por ello, afirmó que “no sería prudente adelantarme a algún juicio”.
“Ustedes podrán comprender que es un sector rural, que la situación geográfica ha sido adversa al trabajo en terreno pero no obstante a ello nosotros estamos acá, posicionados”, explicó el oficial de la policía. Eso sí, aseguró que “hay más de una hipótesis, de acuerdo a la investigación que estamos llevando”.
“Muchas personas se están entrevistando, tanto de la familia directa como de vecinos del sector y algunos testigos que han aportado algún tipo de información a través de las redes sociales y demases”, agregó el prefecto, en declaraciones recogidas por La Tercera.