Luego de la negativa respuesta del Tribunal Ambiental de Valdivia, la empresa GNL Talcahuano acudió a la Corte Suprema para continuar con el trabajo en materia energética.
Hace aproximadamente tres semanas, el tribunal acreditó que la empresa genera impactos ambientales y paralizó las obras.
Se trataría de cinco reclamaciones por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región del Biobío y el Comité de Ministro, que incluían; la exclusión de Penco y Tomé en la participación ciudadana, indebido proceso en la Consulta Indígena, observaciones ciudadanas y la falta de información en los efectos sobre la fauna.
Entre las razones para desestimar la causa, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) consideró que Penco y Tomé están en la zona de influencia, con emisiones atmosféricas, ruido y, en el caso de Penco, afectación del paisaje.
De acuerdo a la información entregada por Radio UdeC, el tribunal de Valdivia recalcó que “la autoridad administrativa tiene el deber de crear las condiciones que posibiliten la participación de la comunidad en la evaluación ambiental, especialmente de las organizaciones locales y personas que se verán potencialmente afectadas por el proyecto“.
Sin embargo, la industria buscó continuar con la iniciativa energética de importación y distribución regional de gas natural en la Corte Suprema.