Los gases lacrimógenos son utilizados a diario como herramienta disuasiva en las protestas, y según expertos de la comunidad científica, la exposición a la población general puede ser dañina, siendo diferente el efecto en niños y embarazadas.
Para abordar este tema, nos acompañó Sandra Cortés, investigadora Cedeus, profesora Asistente del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Presidenta de la Sociedad Chilena de Epidemiología.