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7 técnicas de estudio para afrontar con éxito tus exámenes finales

TVU
Fotografía: Técnicas de estudio
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Fin de año no siempre se asocia a celebraciones y vacaciones. También puede ser un periodo sumamente estresante, particularmente para aquellos estudiantes que están rindiendo sus exámenes finales, quienes se preparan para un desafío con la sensación de jugarse todo, presionados por tratar de integrar una enorme carga de conocimiento académico a última hora, sin mencionar la angustia ante la incapacidad de memorizarlo. ¡Cuánto cuesta estudiar así!

En la universidad, el aprendizaje es un poco más complejo que lo acostumbrado en el colegio y requiere de mayor dedicación, por lo que no basta con simplemente “leer” un documento o asistir a clases. En general, el estudio a nivel universitario implica la capacidad de conocer y tener un amplio repertorio de estrategias que permitan entender y retener la información, ya que no toda se debe estudiar de la misma forma.

Una buena manera de aumentar la seguridad para afrontar cualquier tipo de prueba es aplicando técnicas de estudio. Éstas no sólo potencian las habilidades y hacen aprovechar de manera eficiente el tiempo, sino que también posibilitan el desarrollo de un proceso de conocimiento verdadero que no se olvide a corto plazo.

1. Subrayado

Subrayar un texto te puede ser de gran ayuda a la hora de estudiar para un examen. Lo importante es leer enfocado en buscar definiciones e ideas importantes, creando marcas breves que sean fáciles de consultar o memorizar. Un buen subrayado mantendrá a mano todos los detalles relevantes, lo que ahorrará mucho tiempo en caso de querer dar una segunda lectura o reforzar un contenido en particular.

Esta técnica puede ser más efectiva estableciendo un número fijo de colores para representar distintos significados. Por ejemplo, se puede usar el azul para las cosas más importantes de una pregunta, el rojo para definiciones o conceptos, y el verde para señalar aquellas cosas que puedan ser difíciles de recordar a la hora de realizar una prueba.

Igualmente, si prefieres no marcar los textos o complementarlo con accesos fáciles a ciertas páginas, los stickers o marcadores de página, pueden ser de gran ayuda, estos, al igual que el subrayado, pueden poseer código de colores, y con esto podrás resolver dudas fácilmente, ¿buscabas las anotaciones relacionadas al código de aguas en tus apuntes de sustentabilidad? Los marcadores celestes emergiendo de tu libro o apuntes te guiarán.

2. Hacer notas propias

Este método de estudio es más útil si se aplica al inicio del año académico o al comienzo de los respectivos semestres, no sólo al final.

El objetivo es realizar apuntes personales respecto a un libro o sobre las explicaciones realizadas por el profesor durante clases, incluyendo en cada momento la propia interpretación o las ideas que se tengan al respecto. Con esto tendrás la opción de retomar aspectos puntuales para aclarar dudas o relacionarlos con otros temas nuevos a modo de apoyo.

Lo ideal es que las notas sean hechas a mano, ya que eso ayuda a retener más las ideas. Al ser un proceso más lento y en el que se debe sacar lo sustancial, automáticamente se creará un foco en los conceptos más importantes.

3. Mapas conceptuales

Un buen mapa conceptual puede ser de gran ayuda a la hora de estudiar. Principalmente, sirven para aclarar y vincular ideas complicadas de manera gráfica, además de hacer más entretenidas las sesiones de estudio, ya que permiten total libertad creativa para diseñarlos y establecen una visión general del contenido a partir de detalles jerarquizados.

4. Ejercicios

Practicar es la mejor manera de aprender. En el caso de materias como matemáticas o física, la mejor técnica de estudio es hacer la mayor cantidad de ejercicio. Como toda práctica, aquí no importa equivocarse, sino tener constancia y buscar superarse.

Lo ideal es hacer sesiones de estudio enfocadas en resolver ejercicios de alta complejidad, ya que así los exámenes no se sentirán tan desafiantes ni amenazantes.

Una buena alternativa para poner a prueba tus conocimientos son los test de Internet. En la red hay una gran cantidad de pruebas que entregan puntuación inmediata y permiten mantener un buen ritmo de práctica, funcionando hasta como una distracción dentro del estudio.

Importante: nunca dejes de hacer un ejercicio dado por el profesor o ayudante, o repasar una vez más algunos desarrollados durante las clases. Estos por lo general te ayudarán enormemente en una prueba.

5. Fichas de estudio

Generalmente, sea cual sea la materia, estudiar cuesta. Más aún a fin de semestre o año, cuando hay que cumplir con una serie de responsabilidades, hacer trabajos grupales o quedarse hasta más tarde en la universidad, donde el tiempo se hace escaso. ¿Dónde estudiar?

Una buena forma de hacer rendir cada minuto y aprovechar los lugares de transición, como un recreo o camino a la casa, es tener fichas de estudio. En ellas se pueden incluir resúmenes de temas concretos e ideas principales para consultarlas donde se pueda y se desee. También pueden ser usadas para pasar en limpio los subrayados de un texto o mapas conceptuales, combinando así dos técnicas de estudio.

6. Estudiar con música

Para algunos puede ser molesto y provocar distracción, pero para otros la música es una es una manera efectiva para concentrarse y memorizar cosas.

La idea es colocar un disco mientras se lee un libro u otro texto, y cambiarlo de manera simultánea: al momento de leer algo e iniciar algo nuevo, se coloca un disco diferente. De esta manera, se genera una asociación entre las canciones y los contenidos estudiados, permitiendo recuerdos más nítidos de manera más fácil y frecuente.

La música instrumental puede ser un buen punto de partida, considerando que no hay voces ni letras que interrumpan, sólo una melodía que puede mimetizarse en el ambiente y, aun así, incidir positivamente en nuestros procesos mentales.

7. Sesiones de estudio regulares y constantes

Habitualmente, darse ánimo para mantener la constancia en algo suele ser complicado. Si se lleva al ámbito del estudio, la complejidad puede aumentar más.

Establecer metas y definir un horario ayudará a la perseverancia, pero elegir dónde estudiar puede afectar notoriamente la calidad del tiempo que le dediques. Lo recomendable es escoger un ambiente acogedor, bien iluminado y con una silla en la que puedas permanecer correctamente sentado. En suma, un lugar que entregue todas las comodidades para fomentar la concentración, no para descansar.

¿Cuánto cuesta estudiar? Realmente, eso solo depende del esfuerzo que ponga cada persona. Aprender nuevas materias y dar el salto del colegio a la universidad puede ser más simple de lo que se piensa si se aplican técnicas de estudio que condicionen una estructura de aprendizaje.

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