Hasta el mediodía de este lunes se contabilizaban 17 ataques incendiarios en la provincia de Arauco, luego de la muerte del joven mapuche Camilo Catrillanca, en la vecina provincia de Malleco, el pasado miércoles 14 de noviembre. Un escenario que también se vive en la región de La Araucanía.
En las últimas horas, el accionar de desconocidos redujo a cenizas una escuela rural y un jardín infantil en el sector Ranquilhue, aledaño al lago Lleu Lleu, en la comuna de Tirúa. Horas antes también resultaron incendiadas tres cabañas, un poco más al sur, en la localidad de Quidico.
Con anterioridad ya había sido víctimas de estos ataques algunas viviendas de veraneo y galpones. Pero el siniestro de mayor envergadura afectó al Centro Turístico Quelén, cuyas instalaciones resultaron destruidas casi en su totalidad. Sus dueños confirmaron que no reconstruirán el complejo.
Por otro lado, los cortes de ruta entre Cañete y Tirúa han sido una constante durante los últimos días, dificultando el tránsito de vehículos de emergencia y policiales.
Respecto a la escuela y jardín infantil destruidos, el intendente del Biobío, Jorge Ulloa, señaló que son 105 los niños que quedaron sin establecimiento educacional. Sin embargo, se estaría gestionando la reubicación de toda la comunidad escolar para mantener las clases.
“Eso, naturalmente, va en absolutamente en contra del desarrollo de las comunidades”, dijo la máxima autoridad regional sobre los ataques.
