El subsecretario de Seguridad, Rafael Collado, llegó hasta el Biobío para ser parte del primer Consejo Regional de Seguridad Pública y Prevención del Delito, una de las acciones que son parte del nuevo ministerio que lleva poco más de un mes de trabajo.
En conversación con Diario Concepción, la autoridad de la cartera de seguridad abordó las distintas problemáticas que tiene la Región en la materia y las acciones que han adoptado como Gobierno para marcar una baja en distintos hechos delictuales. En esa arista, Collado explicó algunos de los sectores que han sido focalizados por el ministerio en el Biobío.
Asimismo, el nombramiento del seremi titular de la cartera en Biobío, el Estado de Excepción Constitucional en la Macrozona Sur y el Plan Calles Sin Violencia fue algunas de las aristas que abordó.
–A poco más de un mes de la puesta en marcha del Ministerio de Seguridad, ¿cuál es el motivo de su visita a la Región del Biobío, ¿qué importancia tiene para el trabajo de la cartera?
–El Ministerio de Seguridad nace con doble función, en el sentido de que nosotros tenemos a nuestro cargo un trabajo sectorial, como todo ministerio, que es el trabajo de las políticas públicas de seguridad y de prevención del delito. Pero tenemos una segunda misión, que es implementar y dejar en funcionamiento el Sistema de Seguridad Pública, que también está en la ley. Los ministerios nuevos también tienen sistemas a cargo y ¿por qué es tan relevante esta tarea novedosa?, lo es porque tenemos un deber articulador del Estado de Chile. Para mí es muy relevante remarcar que cuando estábamos tramitando el proyecto con la exministra del Interior –Carolina Tohá-, siempre enfatizamos la necesidad de que la seguridad fuera una tarea permanente de Estado, como en otros ministerios sectoriales que también son técnicos.
Tuvimos el primer Consejo Regional de Seguridad Pública y Prevención del Delito con integrantes definidos por ley y vinieron todos. El gobernador regional –Sergio Giacaman– tuvo palabras bastante republicanas para referirse a lo que estábamos haciendo. El delegado presidencial –Eduardo Pacheco– presidió la instancia, estuvo el seremi (i) de Seguridad –Carlos Uslar-, estuvieron las distintas instituciones del Estado, las policías. Todo ese trabajo interinstitucional, que se venía desarrollando desde antes, cuando existía el ministro del Interior y de Seguridad Pública, se vierte ahora de una manera ordenada, sistemática, con método, con evaluación; que es lo que la nueva ley nos manda a hacer. Y ese trabajo interinstitucional es un deber nuestro articularlo, para que la seguridad ya no sea comentada, sino que el Estado se haga cargo de la seguridad.
-¿Cómo la ciudadanía va a palpar, en acciones, que hay un ministerio que va a estar específicamente encargado de la seguridad?
–La gracia de este trabajo es que es muy poco burocrático, entonces la gente lo va a ver ahora, lo va a ver pronto. Primero, porque las policías tienen un foco muy claro en el combate de la criminalidad y cuando tenemos la necesidad de reducir los índices de temor, de combatir la criminalidad más violenta, y se ponen todos detrás de ese esfuerzo, es que son muy inmediatos los resultados. Esta Región tiene bajas en algunas criminalidades que nos llevan a seguir trabajando en la senda que vamos. Hay un 10% de baja en los crímenes de mayor connotación pública, los datos preliminares en materia de homicidio dan cuenta de que en la zona hay una disminución del 50% en los homicidios. Eso sólo nos lleva a seguir trabajando fuertemente, a no claudicar.
–En base a la misma puesta en marcha, ¿cómo ha evolucionado el proceso de nominación de seremis titulares?, recordando que en Biobío existe un titular regional interino
-La seremi de la cartera requiere elevados estándares técnicos. Durante la tramitación legislativa lo que se buscó era crear un ministerio técnico, eso implicó que los seremis tienen requisitos técnicos elevados. Eso no pasa en todas las seremis en general, pero, por ejemplo, Energía y Salud también tienen esa característica de que tienen requisitos técnicos específicos.
Para dar el “vamos” al ministerio con expresión regional, tomamos la definición de tener un seremi transitorio, mientras nos dábamos el tiempo de realizar esta evaluación técnica de manera profunda, a conciencia. Las decisiones se van a estar tomando entre esta semana o la próxima.
–La Región del Biobío cuenta con provincias que están en Estado de Excepción Constitucional, ¿cómo será el trabajo en estas zonas?, considerando también el atentado en la central Rucalhue.
–La decisión presidencial de decretar Estado de Excepción Constitucional está en constante evaluación. En ese sentido, está siempre siendo evaluada y nosotros como Ministerio de Seguridad, tenemos el deber de entregar insumos a la autoridad para efectos de estar permanentemente dando cuenta de los hechos de violencia rural que están ocurriendo, de los ataques terroristas que pueden estar existiendo. En el caso local, pudimos, debido a la reciente creación por este Gobierno de la Ley Antiterrorista, poder querellarse en ese caso, dando aplicación a esa normativa. En ese sentido, la perspectiva de trabajo que tenemos, respecto al Estado de Excepción, es que donde haya situaciones complejas, vamos a actuar conforme a lo que la normativa nos permite. Y dado que la nueva normativa nos permitía con claridad, con legitimidad, con una tipicidad de los hechos mucho más actualizada, proceder conforme a la legislación antiterrorista. A diferencia de lo que ocurría con la ley anterior, es que nosotros, después de revisar los antecedentes, tomamos una decisión basada en evidencia. En ese sentido, en el caso Rucalhue y Contulmo, tomamos la definición por cuanto consideramos que los antecedentes efectivamente daban cuenta de actos terroristas.
–Más allá del uso de la nueva Ley Antiterrorista, ¿qué otras acciones preventivas han evaluado como ministerio?
–Como comentaba antes, nos estamos haciendo cargo de los temas de seguridad. El jefe de la División de Seguridad y Orden Público sostuvo una reunión de una mesa de seguridad pública que se armó en la comuna de Santa Bárbara, en la cual se tomaron medidas de reforzamiento de las policías, junto con el Ejército y las personas de la alcaldía. Hasta ahí tuvimos un foco y ya estamos trabajando para efectivamente reforzar ese tema. Lo que yo podría comunicar a la ciudadanía de la Región es que, como estamos el 100% del tiempo viendo estas materias, tenemos una reacción bastante rápida y podemos tomar decisiones con las policías a nivel estratégico y que son de mucha eficacia. Estuve recién en un operativo que da cuenta de un trabajo interinstitucional con la Policía y el ministerio, que yo creo que da cuenta de que Chile tiene menos burocracia gracias a la creación del Ministerio de Seguridad, porque es un ministerio que está todo el tiempo trabajando en tener política pública de largo plazo que le permite incidir rápidamente en la contingencia.
–En el contexto del Plan Calles Sin Violencia, hay comunas del Biobío que constantemente han solicitado ser incluidas en la estrategia, ¿cuáles son los aspectos que se consideran para sumar o sacar sectores focalizados?
–El Plan Calles Sin Violencia nace con tres ámbitos muy marcados, está la persecución penal eficaz y a partir de eso se crea, por ejemplo, una línea de trabajo con el Ministerio Público a través de la Fiscalía ECOH, el patrullaje preventivo efectivo, la fiscalización de armas y otras estrategias. Esto lo que buscaba era reducir o impactar más bien en la reducción de delitos violentos, particularmente del homicidio, y los resultados están a la vista. Luego de incidencias importantes, de intervenciones focalizadas en algunos lugares, hemos notado la existencia de comunas resilientes que han logrado mejorar sus datos, lo que nos han permitido hacer una tercera actualización de la revisión del plan y un cambio de metodología.
Básicamente, lo que estamos haciendo ahora es generar, mediante una revisión de focalización y priorización, sectores. Toda la Región, todo el territorio está focalizado y lo estamos mirando completo. No es que, por ejemplo, Lota esté o que no esté. Todas las comunas están incorporadas a la evaluación del Calles Sin Violencia y, donde vemos la necesidad de generar un foco específico, ahí ya tenemos mucho de ese trabajo ya andando.
-¿Cuáles focos están siguiendo actualmente en Biobío?
Ahora, en la actualidad, estamos mirando con atención y estamos generando acciones en Villa Los Profesores –Los Ángeles-. Tenemos también, por ejemplo, un tema en el caso de los Cerros de Talcahuano. Tenemos también un foco en el caso del Centro de Concepción, todo lo que es Avenida Los Carreras, Arturo Prat, Paicaví. También tenemos un foco en Boca Sur –San Pedro de la Paz-. Hoy estamos con ese énfasis, pero estamos permanentemente revisando toda la región. Entonces, si pasa que un sector aumenta a cierto nivel de criminalidad específica, hay una banda de crimen organizado en tal lugar, para allá vamos a ir. El Plan Calles Sin Violencia es un plan para intervenciones focalizadas y la revisión es constante.
También sabemos que, por ejemplo, en Coronel hubo un foco y que ahora llevamos mucho tiempo con una meseta de datos y si eso vuelve a surgir vamos a tener un tema ahí. De hecho, reforzamos los trabajos preventivos para que no ocurra nuevamente en Coronel. Tenemos un trabajo civil-policial cruzado.
En lo que también hemos ido afinando la puntería, es en cómo inciden los planes preventivos y tratar de mover los planes preventivos, junto con los planes de patrullaje.