Serían cerca de 3.000 los funcionarios de la salud que fueron contratados a honorarios en la región para reforzar el combate de la pandemia y cuyo vínculo laboral finaliza este 30 de septiembre. Un porcentaje de ellos no seguiría en labores.
Dirigentes piden que nadie se vaya, porque se debe atender las listas de espera y muchos trabajadores tienen vacaciones postergadas. Evalúan un paro de actividades.